MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
Varios científicos defendieron este martes que la 28ª Cumbre del Clima de Dubái (Emiratos Árabes Unidos), conocida como COP28, concluya con un acuerdo en el que se refleje la eliminación progresiva de los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de que el planeta no se caliente más de 1,5 grados respecto a la era preindustrial.
La COP28 está ya en prórroga porque no concluyó a las 11.00 (hora local) de este martes, como pretendía la Presidencia de esa conferencia climática. No obstante, suele ser habitual que esos encuentros se alarguen más de lo inicialmente previsto.
El documento clave de este encuentro es el Balance Mundial Global Stocktake, en la jerga climática). Se trata del primer inventario global de los planes climáticos nacionales desde el Acuerdo de París, adoptado en 2015. Ese documento se pacta cada cinco años. Esta vez, sus resultados deberían orientar a los países para presentar nuevos planes climáticos nacionales en 2025.
La propuesta difundida este lunes por la Presidencia de la COP28 de incluir en el Balance Mundial la expresión “reducir” la producción y el consumo de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) en lugar de “eliminación gradual” ha suscitado el rechazo de la UE, Brasil, Canadá, Reino Unido y los pequeños países insulares, así como de organizaciones ecologistas y climáticas.
Hay que recordar que todos los acuerdos que adopte la COP28 deben alcanzarse por consenso entre los delegados de cerca de 200 países, puesto que cualquiera de ellos puede bloquear los documentos definitivos.
Varios científicos comentaron este martes el cuarto y último borrador de Balance Mundial y su repercusión sobre limitar el calentamiento global a 1,5 grados en comparación con los niveles preindustriales.
“Necesitamos mantenernos dentro del límite de 1,5 grados eliminando gradualmente el uso de combustibles fósiles lo antes posible”, sentenció Pam Pearson, directora de la Iniciativa Internacional sobre el Clima de la Criosfera (ICCI).
Pearson apuntó que el borrador de Balance Mundial “ignora por completo las realidades de los impactos globales e irreversibles de los cambios en la criosfera”. “Para la nieve y el hielo, 1,5 grados no solo es preferible a 2 dos grados: es la única opción. Es por eso que los investigadores llaman ‘locura’ al aumento continuo del CO2 proveniente de los combustibles fósiles”, añadió.
CUMPLIR LAS PROMESAS
Por su parte, Joeri Rogelj, profesor de ciencia y política climática en el Centro de Política Ambiental del Imperial College de Londres (Reino Unido), indicó que “muy poca acción en el pasado significa que la ventana para mantener el calentamiento a 1,5 grados está casi cerrada”.
“Eminentes comentaristas ya lo han declarado: 1,5 está muerto. Sin embargo, cuando analizo los imperativos científicos y sociales, llego a la conclusión opuesta: 1,5 nunca morirá”, apostilló.
Glen Peters, director de investigación del grupo de mitigación climática del Centro Internacional para la Investigación Climática y Medioambiental (Cicero), consideró que las emisiones globales de CO2 son ya un 6% más altas que en 2015, cuando se adoptó el Acuerdo de París, que estaba destinado a ser “el punto de inflexión” en esta materia.
“El mundo está en camino de superar los 1,5 grados en los próximos 5 a 10 años, independientemente del texto de la COP. El problema no es el texto de la COP ‘per se’, sino que el Acuerdo de París y todos los textos de la COP desde entonces han tenido declaraciones contundentes sobre lo que debe suceder”, comentó.
Peters precisó que si la cumbre de Dubái concluye instando a “eliminar gradualmente los combustibles fósiles” no significa que se cumpla el objetivo de calentamiento de 1,5 grados, sino que para ello los países deben cumplir con sus promesas. “Dejemos que los debates sobre los textos de la COP no distraigan la atención del problema real: la falta de acción suficiente”, añadió.
CARTA DE 1.000 CIENTÍFICOS
Por otro lado, más de 1.000 científicos de todo el mundo firmaron una carta difundida la semana pasada en la que se enfatiza en la necesidad de que el planeta alcance cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050, es decir, que para entonces las que se expulsen a la atmósfera se compensen con las que absorben sumideros naturales como los océanos y los bosques.
En esa misiva, los investigadores subrayan que, sin recortes rápidos y pronunciados de las emisiones, el presupuesto de carbono restante para cumplir el límite de 1,5 grados se agotará en esta década. “La ciencia es clara: no hay lugar para la ambigüedad sobre las acciones necesarias para lograr cero emisiones netas de dióxido de carbono para 2050”, expresa la carta.
Según el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), mantener la senda de un calentamiento de 1,5 grados requiere que las emisiones totales de gases que calientan el planeta deben disminuir un 43% para 2030, un 69% en 2040 y un 84% para 2050 con respecto a los niveles de 2019.
Además, un futuro compatible con ese objetivo de 1,5 grados no permite ningún desarrollo de combustibles fósiles, ya que las emisiones de CO2 proyectadas de la infraestructura existente de petróleo, gas y carbón ya exceden el presupuesto de carbono restante para cumplir con ese umbral de calentamiento planetario.
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