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Científicos descubren un exoplaneta ardiente que emite una luminosidad comparable a la de Venus

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MADRID, 10 (SERVIMEDIA)

Un equipo de astrónomos ha descubierto un exoplaneta abrasador que actúa como un ‘espejo’ y puede igualar el brillo de Venus, el objeto más brillante del cieno nocturno junto con la Luna.

La gruesa capa de nubes de Venus refleja alrededor del 75% de la luz solar, por un 30% de la Tierra. El recién descubierto planeta LTT9779b es el exoplaneta más brillante jamás encontrado y se asemeja a Venus, gracias a mediciones de alta precisión de la misión Cheops de la ESA (siglas en inglés de Agencia Espacial Europea), pues refleja la friolera del 80% de la luz que brilla sobre él su estrella anfitriona.

Las mediciones de Cheops fueron un seguimiento específico del descubrimiento y caracterización inicial del planeta en 2020 por la misión TESS de la NASA e instrumentos terrestres como el instrumento HARPS de ESO en Chile. El hallazgo está publicado este lunes en la revista ‘Astronomy & Astrophysics’.

El exoplaneta descubierto es aproximadamente del tamaño de Neptuno, por lo que se trata del ‘espejo’ más grande del Universo conocido. La razón de su alta reflectividad es que está cubierto por nubes metálicas compuestas principalmente de silicato, el mismo material del que están hechos la arena y el vidrio, mezclados con metales como el titanio.

“Imagine un mundo en llamas, cerca de su estrella, con pesadas nubes de metales flotando en el aire, lloviendo gotas de titanio”, explica James Jenkins, astrónomo de la Universidad Diego Portales (Chile).

NUBES DE METAL

La fracción de luz que refleja un objeto se llama albedo. La mayoría de los planetas tienen un albedo bajo, ya sea porque tienen una atmósfera que absorbe mucha luz o porque su superficie es oscura o áspera. Las excepciones tienden a ser mundos de hielo congelados o planetas como Venus que tienen una capa de nubes reflectantes.

El alto albedo de LTT9779b fue una sorpresa porque se estima que el lado del planeta frente a su estrella está a unos 2.000 grados. Cualquier temperatura por encima de 100 grados es demasiado caliente para que se formen nubes de agua, pero la temperatura de la atmósfera de este planeta debería ser demasiado caliente para las nubes hechas de metal o vidrio.

“Fue realmente un rompecabezas, hasta que nos dimos cuenta de que deberíamos pensar en esta formación de nubes de la misma manera que la condensación que se forma en un baño después de una ducha caliente”, señala Vivien Parmentier, investigadora del Observatorio de la Costa Azul (Francia) y coautora de la investigación.

Parmentier añade: “Para vaporizar un baño, puedes enfriar el aire hasta que el vapor de agua se condense, o puedes mantener el agua caliente corriendo hasta que se formen nubes porque el aire está tan saturado de vapor que simplemente no puede aguantar más. Del mismo modo, LTT9779b puede formar nubes metálicas a pesar de estar tan caliente porque la atmósfera está sobresaturada de silicato y vapores metálicos”.

PLANETA QUE NO DEBERÍA EXISTIR

Ser brillante no es lo único sorprendente de LTT9779b. Su tamaño y temperatura lo convierten en un llamado ‘Neptuno ultracaliente’, pero no se ha encontrado ningún otro planeta de este tamaño y masa que orbite tan cerca de su estrella. Esto significa que vive en lo que se conoce como el ‘desierto caliente de Neptuno’.

El planeta tiene un radio 4,7 veces más grande que el de la Tierra y un año en LTT9779b dura solo 19 horas. Todos los planetas descubiertos previamente que orbitan su estrella en menos de un día son ‘Júpiter calientes’, gigantes gaseosos con un radio al menos 10 veces mayor que el de la Tierra, o planetas rocosos más pequeños que dos radios terrestres.

“Es un planeta que no debería existir”, indica Parmentier, quien agrega: “Esperamos que planetas como este tengan su atmósfera arrastrada por su estrella, dejando atrás la roca desnuda”.

Sergio Hoyer, del Laboratorio de Astrofísica de Marsella (Francia), comenta: “Creemos que estas nubes metálicas ayudan al planeta a sobrevivir en el cálido desierto de Neptuno. Las nubes reflejan la luz y evitan que el planeta se caliente demasiado y se evapore. Mientras tanto, ser altamente metálico hace que el planeta y su atmósfera sean pesados y más difíciles de soplar”.


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