MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
Los signos vitales de la Tierra han empeorado hasta el punto de que han alcanzado un “código rojo” y “la humanidad se enfrenta inequívocamente a una emergencia climática”, puesto que 16 de 35 indicadores planetarios que rastrean el cambio climático se encuentran en niveles récord.
Así se explica en el informe ‘Advertencia de los científicos mundiales sobre una emergencia climática para 2022’, publicado este miércoles en la revista ‘BioScience’.
William Ripple y Christopher Wolf, de la Universidad Estatal de Oregon (Estados Unidos), lideran ese estudio, que se difunde cinco años después de la ‘Advertencia de los científicos mundiales para la humanidad: segundo aviso’, firmado conjuntamente por más de 15.000 científicos, entre ellos Ripple, en 2017.
Los autores del informe comparten nuevos datos que ilustran la creciente frecuencia de los eventos de calor extremo, el aumento de la pérdida global de la cubierta forestal debido a los incendios y una mayor prevalencia del virus del dengue, transmitido por mosquitos.
También apuntan grandes aumentos en el consumo de energía de combustibles fósiles tras el parón por la pandemia de la covid-19 -a pesar de un aumento en los compromisos para la desinversión de combustibles fósiles- y un incremento en los niveles de dióxido de carbono atmosférico a 418 partes por millón, el más alto jamás registrado.
“Como podemos ver por los aumentos repentinos anuales en los desastres climáticos, ahora estamos en medio de una gran crisis climática y lo peor está por venir si seguimos haciendo las cosas como las hemos estado haciendo”, indica Wolf.
Saleemul Huq, de la Universidad Independiente de Bangladesh, recalca que “el cambio climático no es un problema aislado”, sino “parte de un problema sistémico mayor de sobregiro ecológico donde la demanda humana excede la capacidad regenerativa de la biosfera”. “Para evitar más sufrimiento humano incalculable, debemos proteger la naturaleza, eliminar la mayoría de las emisiones de combustibles fósiles y apoyar adaptaciones climáticas socialmente justas con un enfoque en las áreas de bajos ingresos que son más vulnerables”, recalca.
El informe señala que en las tres décadas transcurridas desde que más de 1.700 científicos firmaron la primera ‘Advertencia de los científicos mundiales para la humanidad’ en 1992, las emisiones globales de gases de efecto invernadero se han incrementado en un 40%.
“A medida que las temperaturas de la Tierra aumentan, la frecuencia o la magnitud de algunos tipos de desastres climáticos en realidad pueden estar aumentando”, señala Thomas Newsome, de la Universidad de Sidney (Australia).
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