Alerta de que “no hay excusas” que justifiquen el trato al periodista
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El ministro de Exteriores de Reino Unido, James Cleverly, ha condenado este lunes los golpes recibidos por un periodista de la cadena de televisión BBC tras ser detenido cuando cubría las protestas en el país asiático y ha defendido la libertad de prensa.
“El derecho a reunirse y la libertad de prensa deben ser respetados. Ningún país está exento de esto. El arresto del periodista Edward Lawrence es profundamente preocupante. Los periodistas deben ser capaces de hacer su trabajo sin intimidación”, ha aseverado en un mensaje difundido a través de su cuenta de Twitter.
Previamente, el secretario de Estado de Empresas, Energía y Estrategia Industrial británico, Grant Shapps, ha alertado al Gobierno chino de que “no hay excusas” que justifiquen los golpes a Lawrence y ha calificado lo sucedido en la ciudad de Shanghái al periodista en cuestión como un “ataque”.
En declaraciones a la cadena Sky News, Shapps ha aseverado que “no existe excusa alguna para que un periodista que simplemente está cubriendo algo sea golpeado por la Policía”. “La libertad de prensa y la libre información deben ser sagradas”, ha afirmado.
Así, ha expresado que es “inaceptable” que los periodistas sean “arrestados” cuando “deberían tener la libertad de cubrir las cosas abiertamente”.
La propia BBC había informado previamente de que el periodista había sido “arrestado y esposado cuando se encontraba cubriendo las protestas contra las restricciones impuestas en China por la pandemia de coronavirus” y que, posteriormente, fue “golpeado por la Policía”.
Por su parte, el secretario de Estado de Seguridad británico, Tom Tugendhat, ha alertado de que el arresto es “un ejemplo de las acciones del Partido Comunista chino”. “La detención es una muestra de la represión del partido”. “Esto demuestra la clara necesidad de defender las libertades”, ha añadido.
No obstante, las autoridades chinas han defendido la actuación de las fuerzas de seguridad y han indicado que las informaciones de la BBC no reflejan lo que realmente sucedió.
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