MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Cientos de ciudadanos chinos liberados en Birmania tras ser obligados a trabajar para redes de estafa en la frontera con Tailandia han sido repatriados este jueves por China desde territorio tailandés, una medida que se enmarca en la creciente cooperación de estos tres países en la lucha contra estas bandas criminales.
Las autoridades de Tailandia han indicado que los migrantes han sido trasladados al aeropuerto de Mae Sot, situado en el oeste del país, cerca de la frontera con Birmania, y han confirmado que han embarcado en varios aviones con destino a China, según informaciones recogidas por medios tailandeses.
La Fuerza Fronteriza tailandesa estima que son más de 400 los ciudadanos chinos que han despegado en seis aviones de la aerolínea China Southern. Previamente, unas 600 personas fueron enviadas de Birmania a Tailandia para su posterior deportación, un plan que podría afectar a unos 1.500 trabajadores extranjeros.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Tailandia, Nikorndej Balankura, ha señalado que “otro grupo de ciudadanos chinos” ha sido repatriado por el Gobierno de China, que ha confirmado también esta medida, que responde a las presiones de Pekín para hacer frente a estas redes de estafa cuyos principales clientes son a su vez ciudadanos de origen chino.
Las fuerzas de seguridad tailandesas, que han establecido una comisión para investigar estos casos, han recibido en primer lugar a los migrantes procedentes de territorio birmano. Todos ellos han sido sometidos a una serie de exámenes médicos e interrogatorios con el objetivo de discernir en qué situación se encontraban cuando fueron liberados.
Previamente, las autoridades de Tailandia cortaron el suministro de electricidad en cinco puntos cercanos a la frontera con Birmania en el marco de las operaciones para acabar con este tipo de bandas. Se estima que unos 7.000 migrantes de más de una veintena de países han sido víctimas de estas redes.
Muchos migrantes son a menudo engañados por este tipo de bandas, que les prometen buenos salarios. Según Naciones Unidas, miles de personas son víctimas del tráfico de personas por parte de estos grupos, que las obligan a trabajar en centros de ciberestafa y las presionan para cometer delitos como fraude y blanqueo.
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