MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
El Consejo Económico y Social (CES) identifica, en su Memoria 2023 presentada este jueves, los problemas a los que se enfrenta el sistema educativo español, entre los que destacan la carga lectiva de los docentes, la tasa de fracaso escolar o las dificultades para acceder a la educación 0-3 años.
El documento, recogido por Europa Press, advierte de la “persistencia de dificultades de acceso” al primer ciclo de Educación Infantil, “no subvencionado con carácter general, en un contexto marcado por el elevado coste de la vida y la todavía insuficiente oferta de plazas con financiación pública”.
Por tanto, el órgano consultivo del Gobierno en materia socioeconómica y laboral señala que “aún queda camino por recorrer tanto para facilitar su extensión, asequibilidad y equidad, superando las desigualdades territoriales y sociales en el acceso, así como en la escolarización del alumnado con necesidades educativas especiales”.
En cuanto al perfil del profesorado que atiende a los niveles de Infantil y Primaria, detalla que se concentra, en cuanto a su edad, en la franja de 40 a 49 años (32,8%), con uno de los niveles de feminización más altos (82,1%).
Además, el número de horas lectivas al año en España (792) es superior al promedio de la Unión Europea (769), aunque las jornadas escolares son más largas debido a la pausa de la comida y el horario partido.
La Memoria del CES 2023 refleja que uno de los principales problemas que debe afrontar el sistema educativo español es la “elevada” incidencia del fracaso escolar, es decir, de la población que no llega a finalizar ni siquiera la educación obligatoria (ESO): un 19% en el curso 2021-22.
La decisión de abandonar la escuela suele estar vinculada a la repetición de curso o a los bajos rendimientos en competencias básicas. “A pesar de su todavía alta incidencia, el fracaso escolar viene disminuyendo en paralelo a la reducción de las repeticiones de curso, de modo que han aumentado mucho tanto quienes obtienen el título de graduado escolar por acabar la ESO como quienes alcanzan 4º de ese nivel a la edad teórica”, subraya la publicación.
El abandono escolar temprano (AET) en 2023 bajó dos décimas respecto a 2022, situándose en el 13,7% de las personas de 18 a 24 años que no había completado la segunda etapa de Educación Secundaria (FP de Grado Medio, Básica o Bachillerato) y no seguía ningún tipo de formación. Comparado con 2010, el porcentaje de abandono ha bajado en más de 14 puntos, pasando del 28,1% en 2010 al 13,7%. La distancia con la media de la Unión Europea también se ha reducido, pasando de los 14,3 puntos en 2010 a los 3,3 de 2023.
El CES avisa de que la tasa media en España “sigue estando muy por encima” de la meta del 9% fijada por la Comisión Europea y entre las más elevadas de la Unión Europea. Asimismo, existen “disparidades regionales notables” con tasas que varían desde el 5% hasta más del 15% entre las diferentes comunidades autónomas.
Para el organismo, la reducción del abandono escolar temprano conlleva hacer frente a sus causas, relacionadas tanto con el sistema educativo como con la incorporación temprana al mercado laboral, así como dirigir las medidas a grupos específicos de alto riesgo, de tal forma que el nivel socioeconómico del alumnado, de sus familias y de las comunidades locales no les impida alcanzar su pleno potencial.
FORMACIÓN PROFESIONAL DUAL
En lo relativo a la Formación Profesional Dual, el CES destaca que, pese a la oportunidad que representa la formación dual de cara a proveer a las personas trabajadoras y a las empresas de las cualificaciones y competencias demandadas, “permanecen en pie una serie de retos para su implantación, como aumentar la participación de las empresas, el apoyo institucional, acciones de información y sensibilización, así como los incentivos, especialmente para la participación de Pymes”.
La Memoria también hace referencia al problema con la homologación de títulos universitarios. Así, asvera que el reconocimiento de títulos obtenidos en el extranjero es otro de aspectos “procedimentales necesitados de mejora y mayor agilidad”.
En 2023, la Comisión Europea alertó sobre la dilatada duración de este tipo de procesos (en promedio, entre tres y cinco años), lo que afecta no solo a quienes se encuentran en espera de homologación sino al propio mercado de trabajo y la disponibilidad de personas con las cualificaciones adecuadas.
“AJUSTADO” CALENDARIO DE IMPLANTACIÓN DE LA LOMLOE
El documento también refleja que el “ajustado” calendario de implantación progresiva de la LOMLOE, la “complejidad” de la reforma y el “retraso” en la necesaria formación del profesorado para aplicar el enfoque competencial continúan generando dificultades a los centros y al personal docente.
Igualmente, apunta que en España persiste una “importante polarización” del nivel educativo de la población joven, pues, a pesar de su importante disminución en la última década, la proporción que cuenta con un nivel educativo bajo “es todavía muy elevada”.
Esta concentración en los extremos refleja el “escaso” peso comparado de la población con niveles formativos intermedios, pues a pesar de la mejora sustantiva de la última década (del 63% en 2011 al 78,7% en 2022) España no ha alcanzado los niveles medios en la Unión Europea (83,6%).
Por tanto, para que la pirámide educativa española se asemeje más a la europea, el CES defiende que es importante reducir el abandono escolar temprano, ya que España sigue teniendo la segunda tasa más alta de la Unión Europea, así como continuar impulsando la Formación Profesional.
En cuanto a la inversión, el documento detalla que en el año 2022 (datos provisionales), la inversión pública en educación creció un 5% con respecto a 2021, hasta alcanzar su máximo histórico con 58.598 millones euros, si bien en términos de participación en el PIB cae ligeramente y se sitúa en un 4,4%.
Respecto a la distribución del gasto, el 33 por ciento se destinó a Educación Infantil y Primaria, incluyendo la Educación Especial, mientras que el 30,4 por ciento fue para Educación Secundaria y Formación Profesional.
La Educación Universitaria supuso el 19,1 por ciento, mientras que las becas y ayudas al estudio, el 5 por ciento. La educación no universitaria creció un 4,8 por ciento mientras la educación universitaria se elevó un 7,5 por ciento.
La cantidad destinada a becas y ayudas al estudio creció hasta los 3.062 millones, un 21,7 por ciento más que el año anterior, mientras que lo destinado a la FP se elevó un 12,2 por ciento.
“A pesar del sostenido incremento del gasto público en educación en España en los últimos años, se sigue manteniendo por debajo de la media de la UE-27, al igual que el gasto en instituciones públicas y privadas por alumno, en todos los niveles educativos”, concluye el CES.
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