MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
Casi la mitad de las personas migrantes en España (el 47,8%) padecen exclusión residencial debido a lo inadecuado de sus alojamientos, una tasa muy superior al 15,5% de la población de origen español.
Así lo pone de manifiesto el ‘I Informe Sobre el Estado de las Migraciones y la Convivencia Intercultural en España’, elaborado por Convive-Fundación Cepaim y presentado este martes en Madrid.
Según el trabajo, el 49,5% de las personas sin techo y el 93,5% de quienes se alojan en asentamientos informales (vivienda inadecuada) son de origen migrante.
La investigación, que utiliza bases de datos oficiales como el INE o la Encuesta de Condiciones de Vida para comparar la inclusión de la población migrante en distintos ámbitos, destaca que este grupo de población se ve “especialmente afectado por las peores formas de exclusión residencial (hacinamiento, falta de domicilio, residencia en albergues…).
EDUCACIÓN Y EMPLEO
En cuanto al abandono educativo temprano, de nuevo los alumnos extranjeros se ven perjudicados de forma desproporcionada.
Según datos de 2018, el 38,5% de los jóvenes de origen inmigrante entre 18 y 24 años habían abandonado sus estudios de forma precoz.
Les siguen las mujeres del mismo origen (26%). Por su parte, los chicos que nacieron en España presentaban tasas de abandono temprano del 18 y del 11%, respectivamente.
De acuerdo con el estudio, el porcentaje de trabajadores españoles y extranjeros en integración plena asciende al 42 y al 31% en cada caso, mientras que la proporción de empleados españoles y extranjeros en “vulnerabilidad laboral alta” se sitúa, respectivamente, en el 25% y el 33%.
VÍNCULOS
Otro aspecto que analiza el trabajo tiene que ver con la dimensión relacional. Concluye que el 16,5% de la población migrante no mantiene vínculos con sus vecinos, algo que le sucede al 6,8% de las personas de origen español.
A su vez, el 46,4% de los ciudadanos migrantes afirman que no podrían contar con otra persona en caso de necesidad, porcentaje que cae al 36,3% entre los españoles.
El porcentaje de personas de origen español que perciben tener un estado de salud malo es del 13%, algo inferior al 16,8% de las de origen migrante.
ASPECTOS POSITIVOS
En relación a la dimensión digital, se observa que la población de origen migrante detenta una situación mejor que la población de origen español en dos de los tres indicadores seleccionados. En particular, el 92,1% de la población española se ha conectado alguna vez a Internet en los últimos tres meses, frente al 96,2% de los extranjeros.
No obstante, la población de origen extranjero se ve en mayor medida afectada por la falta de competencias digitales. Mientras que el 34,3% de este grupo manifiesta no tener un nivel de competencias digitales básico, la proporción entre los de origen español es del 31,9%.
El nivel de participación en organizaciones educativas y profesionales de la población de origen migrante es inferior al de la de origen español pero, en cambio, éstos presentan niveles de participación mayores en actividades de voluntariado (31,0% frente al 16,1%).
OTRAS VARIABLES
El informe también subraya que el grado de inclusión de las personas migrantes se ve afectado por otras variables como la edad, el sexo y su situación administrativa. En general, las mujeres de origen migrante presentan peores indicadores en todas las dimensiones, salvo en la educativa. En su caso, la exclusión tiene especial incidencia en la exclusión residencial y en el empleo.
También las personas inmigrantes y jóvenes acumulan más problemas de inclusión y, en especial, aquellas que se encuentran en situación irregular.
Este último grupo ocupa los peores indicadores en cuanto a vivienda, inclusión laboral, estado de salud y vínculos con el vecindario. A medida que la población extranjera consigue la nacionalidad, su situación se va asimilando a la de otros grupos en riesgo de exclusión.
- Te recomendamos -