MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
Las Coordinadora Española de Asociaciones de Espondiloartritis (Ceade) y la Liga Reumatológica Catalana (Reu+), con el apoyo de Novartis, la Sociedad Española de Reumatología (SER) y la Sociedad Catalana de Reumatología, lanzaron el proyecto de atención emocional y psicológica para las personas con patologías reumáticas ‘¡Habla! Cuéntanoslo, no te lo guardes’.
El objetivo de la campaña es identificar de manera precoz comportamientos de desequilibrio emocional entre los pacientes reumáticos para prevenir ideas de suicidio y otras consecuencias graves, ofreciendo servicios de atención emocional y apoyo psicológico.
Los agentes implicados en la gestión de las patologías reumáticas, en especial pacientes y personal sanitario, han alertado de la existencia de un vacío relevante en la atención emocional de estas personas, que deben asumir un impacto importante en su calidad de vida como consecuencia del diagnóstico.
La falta de prevención en este sentido deriva en muchas ocasiones en el desarrollo de episodios depresivos y otros cuadros psicológicos severos, además de en un impacto psicológico para sus familiares y cuidadores.
El presidente de Ceade, Pedro Plazuelo, dijo que “el dolor afecta a todos los ámbitos de la vida, desde la esfera familiar, social y laboral hasta la psicológica, por lo que debería realizarse un enfoque biopsicosocial a estas personas para que puedan continuar su día a día conviviendo con su patología y con ese dolor”.
Según la Fundación Española de Reumatología, a pesar de que las enfermedades reumáticas se suelen asociar por parte de la población general al momento de la vejez y que algunas son especialmente conocidas, como la artritis o la artrosis, existen más de 250 tipos de patologías tipificadas como reumáticas y autoinmunes, representando la principal causa de dolor crónico grave y de discapacidad en los países desarrollados.
También informa la Fundación que, en España, el 25 % de la población sufre alguna de estas enfermedades, que afectan a uno de cada cuatro personas mayores de 20 años. Las características de estas patologías, en las que predominan síntomas “invisibles”, como el dolor muscular, la inflamación o la fatiga, contribuyen a su falta de visibilidad en la conciencia colectiva y en la de las instituciones públicas de salud.
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