MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
Los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, han enviado una carta conjunta a la presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Cani Fernández, para pedirle que prohíba la fusión entre BBVA y el Banco Sabadell por las consecuencias sobre el empleo y la concentración bancaria.
En la carta, difundida este viernes por los sindicatos y fechada a 30 de julio, Sordo y Álvarez piden a Cani Fernández que “se den los pasos necesarios, incluida la denegación de la fusión solicitada, para mantener los niveles de empleo y se proporcione información más detallada y transparente para mitigar estos efectos negativos asegurando una competencia efectiva en el mercado bancario”.
Ambos líderes sindicales trasladan su “profunda preocupación” por los “riesgos potenciales” de la opa de BBVA sobre el Sabadell, a tenor de informes elaborados por las propias centrales.
CCOO y UGT indican que, en el crédito, calculan una reducción del 8%, lo que supondría más de 54.000 millones en préstamos que dejarían de concederse, cifra que contrasta con la que calcula BBVA, que apunta que las dos entidades añadirían 5.000 millones adicionales en crédito. Los sindicatos señalan que esta reducción en el crédito comprometería la “viabilidad y competitividad de muchas empresas y los empleos asociados a ellas”.
CCOO y UGT advierten de que la reducción en el acceso al crédito conllevará pérdida de empleo en múltiples sectores y no solo en banca. “Es esa preocupación la que motiva que ambos sindicatos queramos trasladar nuestra inquietud porque esta operación destruya un gran número de puestos de trabajo”, agregan.
Precisamente en el empleo, dicen a la presidenta de la CNMC que estiman una pérdida de empleo entre 7.685 y 10.567 puestos de trabajo, así como el cierre de entre 589 y 883 oficinas a nivel nacional, con un impacto especial en Cataluña, Comunidad Valenciana, Asturias y Galicia donde el Sabadell tiene fuerte presencia.
Sobre concentración bancaria, exponen que la fusión la aumentará situando a España por encima de la media europea. Resumen que los dos principales bancos, CaixaBank y la nueva entidad fusionada, tendrían el 73,7% de las oficinas bancarias, “reduciendo la competencia en el mercado y afectando negativamente a los consumidores con peores precios y servicios financieros, menor remuneración de depósitos y un aumento de las comisiones”. Los sindicatos abundan en que la opa supondrá un empeoramiento del servicio y un aumento de la exclusión financiera.
En cuanto a las implicaciones “sociales y económicas” de la opa, señalan que debilitaría el tejido social y económico, especialmente en Cataluña.
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