SANTA CRUZ DE TENERIFE, 1 (EUROPA PRESS)
La UGT y CCOO en Canarias han lamentado este sábado el anuncio del presidente de la CEOE de las Islas, Pedro Afonso, que ha creado “un buzón de denuncias anónimas para que los trabajadores acusen a sus compañeros de solicitar bajas fraudulentas”, un hecho “de extrema gravedad” ya que el presidente de los empresarios “no solo fomenta las denuncias anónimas, sino que acusa a los facultativos del SCS de dar bajas falsas”.
En un comunicado, las organizaciones sindicales han considerado “de extrema gravedad” este anuncio realizado desde la presidencia de la CEOE Canarias, ya que Afonso “no solo fomenta las denuncias anónimas, como ocurría en tiempos más oscuros, sino que acusa indirectamente a los facultativos del Sistema Canario de Salud (SCS) de dar bajas falsas, algo que es una falacia”.
“Lo que el presidente de la patronal canaria parece no haber entendido es que las bajas por enfermedad se combaten con inversión en seguridad, salud y prevención en el entorno laboral”, han expuesto, por su parte, CCOO y UGT, que aseguran que la CEOE de Canarias mantiene una “obscena tendencia a promover aún más la explotación laboral”, ya que también se oponen a otra medida “eficaz”: la reducción de la jornada laboral.
Así, tanto UGT como CCOO Canarias han solicitado a Afonso que “vuelva a la senda de la cordura y retire esta medida, que no servirá para nada, solo para fomentar la conflictividad laboral y seguir criminalizando a las personas trabajadoras que sufren una incapacidad temporal”.
Recuerdan las organizaciones sindicales “al jefe de los empresarios” que anuncios como este “en nada propician un clima adecuado para negociar el III Acuerdo Bipartito Interprofesional de Canarias, el cual parece querer boicotear la CEOE”. Exponen que el V Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva reitera que los únicos capacitados para dar altas y bajas son los facultativos de la Seguridad Social.
UGT y CCOO han defendido que “estas maniobras de la patronal solo pretenden ridiculizar a los médicos, considerándolos como actores incapaces de distinguir una enfermedad real de otra fingida”, y que forman parte de “una estrategia para dar a las mutuas el poder de dar altas y bajas”.
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