MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
La iniciativa Hogar sin tóxicos denunció este miércoles que casi uno de cada seis niños y adolescentes europeos están “en riesgo” por su “exposición” a ftalatos, sustancias que se aportan a los plásticos para dotarlos de flexibilidad, aunque también se destinan a otros productos como, por ejemplo, algunos de aseo personal.
Así lo subrayó en un comunicado en el que analizó los datos aportados por la Iniciativa Europea de Biomonitorización Humana, desarrollada entre 2017 y 2022, en la que participan la Comisión Europea, la Agencia Europea de Medio Ambiente e instituciones de 28 países y cuyo objetivo es conocer el nivel de exposición de los ciudadanos europeos a sustancias tóxicas.
Tras explicar que en “el 99% de las muestras analizadas se detectaron en el organismo ftalatos como DEHP, DnBP, DiBP y DEP y en el 89%, otros ftalatos”, Hogar sin tóxicos lamentó el “escaso interés” que, a su entender, “parece existir en informar de estos temas a la población”, y ello, “a pesar de que los niños son más vulnerables a los efectos de estas sustancias tóxicas que los adultos”.
Además, según la investigación, que aporta información sobre la presencia en el organismo humano de 10 ftalatos y de una sustancia empleada como sustituta de los mismos, el Dinch, la exposición simultánea a “muchos” de ellos “es evidente” y se ha demostrado que “muchos actúan de forma acumulativa”.
En este sentido, los expertos observaron “una alta exposición toxicológicamente indeseable” de “en torno” a un 17% de los niños y adolescentes europeos “debido a los efectos acumulados en la salud de cinco ftalatos tóxicos para la reproducción”, esto es DEHP, DiBP, DnBP, BBzP, DiNP.
EXPOSICIÓN DE RIESGO
En cuanto a la exposición a sustancias aisladas, al menos el 4% de los niños del continente superaron una concentración “de riesgo” para ftalatos como el DnBP o el DiBP, a pesar de existir restricciones legales sobre estas sustancias. “Muchas” de ellas son disruptores endocrinos, que pueden causar efectos en el sistema hormonal humano a “muy bajas concentraciones”, según los investigadores.
En este punto, el director de Hogar sin tóxicos, Carlos de Prada, criticó que los criterios regulatorios oficiales “tienden a subestimar groseramente los riesgos reales de los tóxicos”. “Se basan en evaluar el riesgo de que nos expongamos a una única sustancia en un momento dado, cuando es un hecho que eso nunca sucede en la vida real”, espetó.
En este contexto, estimó que las medidas adoptadas hasta el momento por la UE para su regulación “han sido insuficientes”, al entender que los ftalatos que han sido regulados “siguen entrañando un riesgo para la población”.
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