MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
Cerca de la mitad de los acuíferos en España están en mal estado, “algo preocupante teniendo en cuenta que son las reservas para el futuro en el país de Europa más amenazado por la desertificación”, según apuntó este martes Greenpeace con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra este miércoles.
Esta organización apuntó que las actividades humanas insostenibles (regadíos intensivos e industriales, las macrogranjas, los pozos ilegales, etc.) y la mala gestión general de los recursos hídricos afectan directamente a la disponibilidad, la calidad y la cantidad del agua.
“Los fondos de inversión y la especulación han puesto sus ojos sobre el campo español y están dirigiendo la agricultura hacia una actividad intensiva e industrial. Esta consume más del 80% del agua y los planes estatales y autonómicos son de seguir creciendo las superficies regadas. Es una espiral insostenible que se llevará por delante a la agricultura tradicional y familiar, los ecosistemas y pondrá en serio peligro el abastecimiento de ciudades y pueblos”, declaró Julio Barea responsable de aguas de Greenpeace.
Actualmente, la media de agua en los embalses es del 51%, 13 puntos menos que la media de la última década. Tras tres años con niveles de precipitaciones por debajo de la media, España ha entrado oficialmente en un escenario de sequía meteorológica de larga duración, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Las lluvias invernales, algo más abundantes, no han servido para acabar con la sequía meteorológica. Por el momento, el mes de marzo está siendo seco y cálido al acumular un 36% menos de lo normal y las previsiones para los próximos meses son de menos precipitaciones de lo normal.
Según Greenpeace, los años 2021 y 2022 han sido los más secos en Cataluña desde que en 1914 comenzaran los registros en Barcelona, lo que ha obligado a la Generalitat a declarar la fase de “excepcionalidad” por sequía en toda la región. Esta medida supone reducciones en el uso del agua y afecta a 224 municipios de 15 comarcas, lo que afecta a más de seis millones de habitantes.
Andalucía está en situación de alerta, con restricciones por sequía por la falta de precipitaciones y la demanda de agua, especialmente para el regadío intensivo e industrial. Aun así, el PP ha presentado una nueva proposición de legalización de regadíos ilegales en Doñana.
“Ni siquiera un espacio natural con todo tipo de protección como Doñana se ha librado de la presión de la agricultura intensiva, pero hay otros muchos”, manifestó Luis Berraquero, coordinador de Greenpeace en Andalucía.
INFORME DE IPCC
Un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), difundido este lunes, prevé un aumento de las temperaturas en España asociado a una desigual disminución de las precipitaciones y un aumento de la evapotranspiración, lo que llevará a una menor disponibilidad de agua.
“Los datos del IPCC no pueden ser más contundentes. Existen aún opciones para asegurar un futuro habitable y sostenible, pero son cada vez menores. Se necesitan cambios rápidos y ambiciosos en todos los sectores y escalas. Hay que reducir a la mitad las emisiones globales para 2030. Lo que se ponga en marcha de aquí a ese año se notará ahora y durante miles de años”, indicó Berraquero.
Según Berraquero, “las soluciones no pasan por realizar más infraestructuras como embalses, trasvases o desaladoras, ni tampoco por reducir los ya exiguos caudales ecológicos”. “Pasan por trabajar en disminuir el insaciable consumo de agua, centrado en una agricultura y ganadería industriales e intensivas, y cerrar el más de un millón de pozos ilegales que tenemos”, concluyó.
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