MADRID, 25 (SERVIMEDIA)
Cerca de 70.000 personas se han unido a la campaña lanzada en ‘Change.org’ por Lucía Durán, una ciudadana gallega que pide “una regulación de la eficiencia y duración de las luces de navidad desde el Gobierno” para evitar “un derroche de energía que no nos podemos permitir”.
La petición forma parte del movimiento ‘Change.org/EnergyCrisis’, en el que más de 500.000 ciudadanos europeos han propuesto soluciones para los negocios, familias y ciudadanos ante la crisis energética.
“Mientras, desde hace meses, en algunas ciudades ya se empieza a preparar el alumbrado navideño. ¿Tiene sentido que se nos pida un esfuerzo diario a toda la ciudadanía y se produzca el derroche de emisiones y energía de millones de leds durante semanas o incluso meses? ¿Es justificable tal volumen de gasto apelando al aumento de la actividad económica?”, se preguntó Durán.
En este sentido, añade: “Regulen desde los ayuntamientos, comunidades y Gobierno central la duración y la eficiencia del alumbrado navideño en las ciudades españolas para poder garantizar la reserva de energía que cubra las necesidades básicas de la población durante el invierno”.
Durán critica el gasto económico y energético del alumbrado navideño y propone otras opciones: “Entiendo y comparto la preocupación por los beneficios económicos que traen estas fiestas para los negocios, pero que no nos engañen: hay alternativas. Además de poder utilizar materiales reciclados para hacer adornos, se puede limitar el número de horas de iluminación reduciendo el impacto económico en los negocios y evitando un derroche de energía que simplemente no nos podemos permitir”.
“UNOS MÍNIMOS”
Durán destaca que “la decisión de ahorrar en la iluminación pública haciéndola más eficiente con luces led es totalmente acertada, pero nuevamente se ‘olvidan’ de regular el derroche del alumbrado navideño”.
Asimismo, lamenta la diferencia entre unas comunidades autónomas y otras, por lo que pide al Ministerio para la Transición Ecológica y a la ministra, Teresa Ribera, que imponga “unos mínimos a las comunidades, especialmente en las grandes ciudades”.
“Que tengamos que regular la temperatura de nuestras casas y pagar facturas estratosféricas por la crisis energética mientras que el alumbrado de Navidad no se recorta me parece un disparate. Hagámoslo por nosotros, pero sobre todo por las generaciones futuras. Dejemos la menor huella posible y empecemos a recortar por lo verdaderamente prescindible”, subraya.
Durán agrega: “La población de la Cañada Real lleva más de dos años sin luz. Las personas y el planeta del que dependemos deben ser lo primero. Sin planeta no hay vida”.
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