
Espera generar 14 empleos, seis de ellos para personas en situación de exclusión
MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
Cáritas ha puesto en marcha el proyecto ‘Maná, alimentando el futuro’ que busca impulsar el aprovechamiento alimentario al hacer frente al desperdicio alimentario desde una perspectiva social, medioambiental y de sostenibilidad económica, al tiempo que fomenta la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión.
Esta iniciativa, que está financiada por el Fondo Social Europeo a través de la convocatoria restringida de innovación del FSE+ (UAFSE) con un presupuesto de más de un millón de euros, parte de la experiencia del ‘Programa de Aprovechamiento Alimentario’, que lleva a cabo la empresa de inserción FITEl (Formació i Treball) de Cáritas Barcelona, como precisa la ONG.
Así, con el proyecto ‘Maná’, Cáritas pretende reforzar y estandarizar este proyecto piloto con diferentes experiencias ya aplicadas en torno a diversas líneas económicas de aprovechamiento alimentario, como la experiencia del proyecto ‘Foodback’ que, en alianza con otras entidades, cuenta con una instalación de 900 m2 dentro de MercaBarna.
En lugar de tirar las mercancías, las empresas que operan allí aportan sus frutas y hortalizas excedentarias y FITEI se encarga de gestionarlas para su aprovechamiento. El año pasado, esta empresa de inserción consiguió recuperar 316.000 kilos de alimentos en la totalidad de acciones que desarrollan en el marco de este ámbito de trabajo.
A través de ‘Maná’, Cáritas defiende que el modelo de gestión de FITEI será consolidado y estandarizado y posteriormente transferido a dos nuevos territorios a través de Lapiko Catering (Bilbao) y la Fundación El Sembrador (Albacete), empresas de inserción promovidas por la ONG.
Durante los tres años de recorrido del proyecto, los alimentos recuperados se destinarán a la comercialización a través de las diferentes líneas gastronómicas de las entidades participantes, convirtiendo el producto recuperado en propuestas de consumo en restaurantes, servicios de catering, colectividades u obradores de conservas, entre otras. Además, se espera generar 14 empleos, de los cuales 6 están previstos que sean ocupados por personas en situación de exclusión.
“A partir de este pilotaje, pretendemos crear un plan de expansión y escalado a otros territorios en los que opera Cáritas”, explica Eduardo Ortega, referente del proyecto ‘Maná’ y técnico del equipo de Economía Solidaria de Cáritas Española.
Además de ayudar a reducir el desperdicio alimentario, ‘Maná’ potenciará la inclusión sociolaboral de personas en situación de riesgo o de exclusión y/o pobreza, a través de la creación de nuevos empleos en los territorios de ejecución del proyecto. Para ello, proporcionará formación y capacitación en áreas de trabajo del sector del aprovechamiento alimentario, mejorando su empleabilidad y fomentando su inclusión activa con su contratación.
“Al mismo tiempo, este proyecto ofrece el marco idóneo para crear una red de aprendizaje e innovación multiactor que genere y transfiera el conocimiento, así como el impulso de una estrategia de comunicación y sensibilización sobre el aprovechamiento alimentario, el emprendimiento social, y la inclusión sociolaboral de personas en situación de desventaja”, apunta Ortega.
APROVECHAR LA NUEVA LEGISLACIÓN
Este proyecto de concienciación y de puesta en acción llega alineado con la nueva Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, aprobada en el Pleno del Congreso de los Diputados la semana pasada. A nivel europeo, la Directiva Marco de la UE sobre los Residuos obliga a los Estados miembros a reducir la cantidad de alimentos perdidos durante la producción y la distribución; reducir el desperdicio de alimentos en los hogares; alentar la donación de alimentos, y supervisar y evaluar la aplicación de las medidas de la UE en materia de prevención del desperdicio de alimentos.
“La idea es poder aprovechar el nicho de empleo que va a generar la nueva legislación sobre desperdicio alimentario a través de nuestras empresas de inserción social con el objetivo de poder ofrecer esos puestos a las personas que acompañamos en Cáritas y que tienen muchas dificultades en el acceso al mercado de trabajo debido a su falta de red de apoyos, dificultades para el acceso a la formación, graves dificultades de conciliación familiar o carencias socioeconómicas”, precisa Ortega.
Esta iniciativa se suma a otras del ámbito de la economía social, circular y solidaria, entre las que destaca ‘Moda Re’, su cooperativa de tratamiento de residuo textil fundada en 2018. El año pasado, esta iniciativa logró consolidar 1.608 puestos de trabajo, de los cuales más de la mitad (863) están reservados a personas en situación de exclusión social, como indica Cáritas.
Cada año, el 30% de los alimentos producidos a nivel mundial terminan en el vertedero, según la FAO. Los datos más recientes para España (PNUMA) revelan que 2.895.272 de toneladas de alimentos acabaron en la basura en 2022, lo que representa unos 61 kilos por persona.
A la vez, en España, más de seis millones de personas sufren pobreza alimentaria, y un 13,3% de hogares no tienen una dieta adecuada, en términos de calidad y cantidad que aseguren su crecimiento y desarrollo normal, según el informe ‘Alimentando el futuro’, elaborado por la Universidad de Barcelona.
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