Identifican a Playa Grande (Tenerife), Famara (Lanzarote) y Playa Lambra (La Graciosa) como ‘puntos negros’ en el archipiélago
LA LAGUNA (TENERIFE), 26 (EUROPA PRESS)
El proyecto ‘Evaluación del impacto de microplásticos y contaminantes emergentes en las costas de la Macaronesia’ (IMPLAMAC), financiado en la pasada convocatoria del Programa MAC 2014-2020 con un presupuesto de millón y medio de euros, se ha dado por concluido este jueves con una jornada presentación de resultados finales que concluye que Canarias es la región de la Macaronesia más afectada por la llegada de microplásticos.
La jornada ha sido inaugurada por Francisco García, rector de la Universidad de La Laguna, con presencia de Ángel Pablo Montañés, director general de Transición Ecológica y Lucha contra el Cambio Climático del Gobierno de Canarias; Aridane González, director de Investigación y Desarrollo Tecnológico del Vicerrectorado de Investigación y Transferencia de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; y Javier Hernández Borges, investigador principal del proyecto y coordinador del grupo de investigación en Química Analítica Aplicada de la Universidad de La Laguna.
En este proyecto de cuatro años de duración, liderado por la Universidad de La Laguna, participa la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la Agencia Nacional para el Desarrollo de la Investigación, la Tecnología y la Innovación de Madeira; la Dirección Regional del Mar de Madeira; la Dirección Regional de Asuntos del Mar de Azores, que a su vez ha contratado diversas acciones a la Universidad de Las Azores, y la Universidad de Cabo Verde, como entidad de un tercer país.
El primer objetivo de IMPLAMAC se ha centrado en el establecimiento de una metodología común de muestreo que permitiera obtener datos comparables de la llevada de microplásticos a todos los archipiélagos de la Macaronesia, informa la ULL en una nota.
Una vez establecido dicho protocolo, y siguiendo recomendaciones europeas, se han llevado a cabo 430 muestreos –un muestreo por estación en 46 playas– y se han procesado más de 6.000 muestras.
Del análisis de dichas muestras se puede concluir que predominan en todos los archipiélagos los denominados como ‘fragmentos’, trozos de plástico rígido con bordes irregulares, de color blanco, transparentes y azules, que provienen de la rotura de plásticos rígidos de mayor tamaño, sin que exista ningún tipo de patrón estacional.
Concretamente se trata fundamentalmente de microplásticos de polietileno y polipropileno, dos de los plásticos más producidos a nivel mundial –alrededor del 50% de la producción de plástico mundial– que al tener una menos densidad que el agua de mar, flotan y acaban llegando a las costas.
También se ha podido constatar que, de los cuatro archipiélagos de la Macaronesia, Canarias es el que mayor cantidad de microplásticos recibe en sus playas, superando en algunas playas los 100 gramos por metro cuadrado, playas que se corresponden con aquellas previamente catalogadas como ‘hotspots’ o puntos negros de llegada masiva de microplásticos.
Este es el caso de Playa Grande (Tenerife), Famara (Lanzarote) y Playa Lambra (La Graciosa) en Canarias y Porto Pim (Faial) en Azores.
Además de las anteriores, el proyecto IMPLAMAC ha permitido identificar un nuevo punto de llegada masiva de microplásticos en Arenas Blancas, en la isla de El Hierro, donde se han registrado concentraciones de hasta 3.574 ítems/m2.
Por su parte, los últimos resultados obtenidos señalan la posible existencia de nuevos ‘hotspots’ en el archipiélago en la playa de Caletillas, en Fuerteventura, y Almáciga y el Puertito de Adeje en Tenerife.
Del resto de archipiélagos, Madeira constata la menor presencia de microplásticos en sus playas, con una mayor incidencia de foams o espumas, que se corresponden con polímeros de poliestireno –las típicas esferas de corcho blanco utilizadas para embalar– mucho más incluso que el resto de archipiélagos.
Dentro del primero de los objetivos, el proyecto IMPLAMAC también ha llevado a cabo varios muestreos en superficie del océano en los cuatro archipiélagos, poniendo una vez más de manifiesto que en Canarias existe una mayor cantidad de microplásticos flotando en las aguas, con un claro predominio de los fragmentos, salvo en Cabo Verde, donde predominan las fibras y los hilos o redes de pesca.
EFECTOS EN CADENAS TRÓFICA Y ECOSISTEMAS MARINOS
El segundo objetivo específico del proyecto IMPLAMAC se ha centrado en el estudio del efecto de los microplásticos en las cadenas tróficas y en los ecosistemas marinos.
En particular, en la determinación de la presencia de microplásticos en estómagos de peces.
Para ello, se han analizado un total de 634 ejemplares pertenecientes a 7 especies diferentes: bonito listado, pargo, salmonete, caballa, garoupa, pez espada negro y el chicharro.
El estudio reveló que todas las especies estudiadas presentaron microplásticos en su contenido gastrointestinal.
La mayor presencia se localizó en tres de las especies estudiadas, con el pez espada negro del archipiélago de Madeira en el que el 100% de los ejemplares analizados presentan microplásticos, el bonito listado de Canarias alcanzó el 90% y la garoupa de Cabo Verde con el 85%.
El tipo de microplásticos con mayor predominancia en la mayoría de las especies fue la fibra, seguido de líneas de pesca y fragmentos (trozos de plásticos rígido con bordes irregulares).
CONTAMINANTES ORGÁNICOS EMERGENTES
La creciente preocupación por la presencia de microplásticos en el medio ambiente se ve agravada por su capacidad para adsorber compuestos químicos presentes a su alrededor, por ejemplo, en el agua de mar.
Esta sorprendente característica añade una nueva dimensión al problema de la contaminación por microplásticos.
Con el objetivo de determinar la presencia de contaminantes orgánicos emergentes en microplásticos, se analizaron un total de 320 muestras.
Así, se estudiaron tres familias de compuestos: fármacos de diferentes tipos terapéuticos; productos de cuidado personal, filtros y estabilizadores UV; y hormonas esteroideas.
Del total de muestras analizadas, que incluyen fragmentos y ‘pellets’, el 85% contenía alguno de los contaminantes estudiados.
Los filtros UV se encontraron con mayor frecuencia y en concentraciones más elevadas, seguidos de las hormonas y, en último lugar los fármacos.
Los resultados obtenidos avalan la hipótesis inicial de que los microplásticos adsorben contaminantes de su entorno y actúan como vehículo de trasmisión.
Este hallazgo plantea cuestiones significativas sobre la gestión de la contaminación por microplásticos y la necesidad de una acción urgente.
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