
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 22 (EUROPA PRESS)
El consejero de Política Territorial, Cohesión Territorial y Aguas del Gobierno de Canarias, Manuel Miranda, ha subrayado este sábado la complejidad del reto que enfrenta el territorio insular en materia de agua, así como la “importancia” de un compromiso financiero “firme” por parte del Estado para garantizar su sostenibilidad.
En el marco del Día Mundial del Agua, que se celebra en todo el planeta el 22 de marzo, Miranda resaltó el “esfuerzo de coordinación y financiero” realizado por los siete consejos insulares de aguas y los respectivos cabildos para actualizar la planificación hidrológica de Canarias, que al inicio de esta legislatura “acumulaba un retraso de casi dos años”, según ha informado la consejería regional en nota de prensa.
Subrayó que la gestión del agua en Canarias “es un desafío constante”, ya que está marcada por la condición de territorio insular y volcánico, por la “escasez” de precipitaciones y por los “efectos, cada vez más evidentes, del cambio climático”.
Añadió que el año 2024 fue el más seco desde que hay registros, incidiendo en que las islas de Fuerteventura, Lanzarote y Tenerife ya se encuentran en emergencia hídrica, por lo que resaltó de la necesidad de “soluciones adaptadas” a la realidad territorial y una financiación acorde a sus sobrecostes.
En Canarias, dijo, a diferencia de la península cada isla constituye una demarcación hidrográfica independiente, con “sus propias peculiaridades y dificultades, lo que implica un mayor esfuerzo” de coordinación y planificación.
“Mientras que en el continente existen grandes cuencas hidrográficas, en Canarias debemos gestionar nuestros recursos insulares de manera individual, aunque a nivel estatal y europeo nos consideran una sola cuenca administrativa. Esta situación genera dificultades a la hora de acceder a fondos y establecer estrategias de inversión sostenibles”, ha explicado Miranda.
Resaltó que, “en menos de dos años, todas” las islas han aprobado sus planes hidrológicos para el ciclo 2022-2027, y afirmó que ya trabajan en el siguiente, sin embargo matizó que para garantizar un ciclo integral del agua viable en Canarias, “es imprescindible la implicación del Estado”.
La planificación actual contempla 1.525 actuaciones hasta 2027, con una inversión estimada de 3.981 millones de euros, que “en buena parte” ya ejecutan ayuntamientos, cabildos, gobierno autonómico y estatal. Los siete cabildos han identificado 127 actuaciones prioritarias, valoradas en 1.406 millones, cuya declaración de interés general ha sido propuesta por el Gobierno canario para promover su financiación con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, como establecen el Estatuto de Autonomía y la Ley de Aguas de Canarias y estatal.
Miranda también se refirió a la necesidad de establecer un modelo adaptado a la realidad canaria, resaltando que gestionar el agua en Canarias “cuesta más, es más complejo y requiere soluciones específicas”, por lo que entiende que “no” se puede aplicar los mismos criterios que en la península porque la situación “es radicalmente distinta”.
Para agregar que “la garantía del derecho al agua en condiciones de calidad, cantidad y sostenibilidad debe ser una prioridad inaplazable.”
El Gobierno canario, con motivo del Día Mundial del Agua, ha reafirmado su compromiso para seguir consensuando con ayuntamientos, cabildos, centros de investigación, sector empresarial y sociedad civil, una estrategia común capaz de asegurar un futuro hídrico sostenible en el archipiélago.
Esta estrategia ha sido recogida en el vídeo institucional ‘Canarias, mucho más que una cuenca hidrográfica’, divulgado en redes este fin de semana con motivo de la efeméride establecida por la UNESCO, y en el que se exponen los cinco ejes principales de las políticas públicas hidráulicas del archipiélago, tales como son un modelo de financiación justo y estable, que contemple los sobrecostes de la insularidad y garantice inversiones sostenibles.
Además de una mejor planificación y coordinación interadministrativa para optimizar la programación y ejecución de proyectos; innovación y sostenibilidad, con tecnologías eficientes y energías renovables que reduzcan costos y huella ambiental; modernización de redes urbanas y depuración para reducir pérdidas y aumentar la reutilización del agua en el sector primario; y la concienciación y participación ciudadana, promoviendo el consumo responsable y el acceso equitativo al agua.
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