MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
Los gobiernos de Canadá, Australia y Nueva Zelanda han reconocido la legitimidad de Israel para defenderse tras los ataques del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) del 7 de octubre, pero le han exigido que se ciña al Derecho Internacional Humanitario.
“Estamos alarmados por la disminución del espacio seguro para los civiles en Gaza. El precio de derrotar a Hamás no puede ser el sufrimiento continuo de todos los civiles palestinos”, han señalado desde Ottawa, Canberra y Wellington en un comunicado conjunto.
Así pues, estos países de la Commonwealth han mostrado su rechazo a los ataques de Hamás al territorio israelí, así como la violencia contra la población civil en una ofensiva en la que acabaron con la vida de casi 1.200 personas y tomaron a otras 240 como rehenes.
“Reconocemos el derecho de Israel a existir y el derecho a defenderse. Al defenderse, Israel debe respetar el Derecho Internacional Humanitario. Es necesario proteger a los civiles y la infraestructura civil”, han destacado.
Por tanto, desde Canadá, Australia y Nueva Zelanda han puesto en valor la reciente tregua de una semana pactada entre Hamás e Israel con la mediación de Estados Unidos y Qatar, países a los que agradece sus esfuerzos diplomáticos.
Aquella tregua facilitó la liberación de más de un centenar de rehenes tomados por Hamás, por lo que desde Canadá, Australia y Nueva Zelanda han hecho un llamamiento a las partes a reanudar esta pausa y han apoyado los esfuerzos para un alto el fuego sostenible.
Por otro lado, los países firmantes del comunicado conjunto han recalcado que “Hamás no tiene ningún papel en la futura gobernanza de Gaza”, territorio que en ningún caso debe ser utilizado “como plataforma para el terrorismo”.
Respecto a la situación en Cisjordania, han reafirmado que los asentamientos de colonos israelíes “son ilegales según el Derecho Internacional”, a la par que representan “obstáculos serios para una solución negociada de dos Estados”.
Finalmente, Canadá, Australia y Nueva Zelanda han mostrado su preocupación ante la posibilidad de que las hostilidades en la Franja de Gaza y la respuesta desde otros países como Yemen o Líbano pueda desembocar en un conflicto a nivel regional.
“Condenamos el creciente antisemitismo, la islamofobia y el sentimiento antiárabe en nuestros países y en todo el mundo, y seguimos firmemente comprometidos a combatir los prejuicios, el odio y el extremismo violento”, han zanjado.
Tras los ataques sin precedentes de Hamás, las Fuerzas de Defensa de Israel lanzaron una cruenta contraofensiva contra las estructuras de la milicia palestina en la Franja de Gaza, dejando ya un balance de más de 18.400 fallecidos y 50.000 heridos.
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