MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, se mostró este miércoles confiada en que toda la banca hará suyo el nuevo código de buenas prácticas que ha promovido el Gobierno para aliviar la carga hipotecaria de las familias más vulnerables, como ha ocurrido con códigos anteriores, “porque la presión de los clientes va a actuar, sin duda”.
En declaraciones a Antena 3, recogidas por Servimedia, Calviño defendió el acuerdo que ha suscrito el Ejecutivo con las principales asociaciones bancarias, después de una “negociación compleja porque es un tema muy complicado”, como la opción que mejor logrará el objetivo de beneficiar a las familias más vulnerables sin dañar a la estabilidad financiera ni a los balances bancarios.
Sobre las quejas de Unidas Podemos y de organizaciones ciudadanas de que el plan se queda corto, señaló que escucha “ideas que pueden sonar muy bien” como la de “congelar todas las hipotecas a tipo variable durante un año”, pero que no las ve positivas.
Al contrario, cree que ésta sería “una medida que tendría un impacto negativo sobre la estabilidad financiera y los balances bancarios, y que sería injusta, porque hay familias que no lo necesitan, y además, ¿qué pasa con los ciudadanos que han suscrito una hipoteca a tipo fijo? El 60 o 70 por ciento de las hipotecas que se suscriben ahora son a tipo fijo, precisamente porque esos ciudadanos han querido protegerse de la subida de tipos de interés”.
IDEAS “ATRACTIVAS”
Calviño insistó en su “convencimiento” de que el paquete de medidas que aprobó este martes el Consejo de Ministros “es el que se necesita en este momento y nos estamos anticipando ante la revisión de hipotecas que va a venir en la primera parte del año próximo”. “Confío en que los bancos se apunten al código de buenas prácticas, que demuestren que quieren arrimar el hombro y apoyar a los españoles”.
Preguntada expresamente por los recelos mostrados al plan por la vicepresidenta Yolanda Díaz, reiteró que la decisión final de “todo el Gobierno” es la que aprobó el Consejo de Ministros y se reafirmó en sus palabras sobre las propuestas que suenan bien a priori pero que no deben llevarse a cabo. “Muchas ideas que dan vueltas pueden parecer atractivas a primera vista, pero, sin embargo, no reúnen el requisito de aliviar a quienes lo necesitan y de no poner en riesgo la estabilidad financiera, como la revisión automática de todas las hipotecas variables, que son 3,7 millones”, agregó.
A la ministra de Asuntos Económicos y ‘número dos’ del Gobierno se le interpeló si le “agota” asistir de manera creciente a muestras de desavenencia de los socios ‘morados’ del Ejecutivo a las medidas económicas del Gabinete.
“Llevo cuatros de ministra, primero en un Gobierno sin coalición y después de coalición, con una pandemia, ahora con una guerra y con la inflación. Ya no hay nada que me canse, hay días que digo que soy como el conejito de Duracell, hay que seguir adelante”, bromeó.
Respecto a los impuestos extras a la banca y las energéticas, indicó que se tratan de gravámenes “proporcionados” y hay margen para aplicarlos porque van dirigidos a empresas que “estamos escuchando que están teniendo miles de millones de beneficios”.
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