MADRID, 15 (SERVIMEDIA)
La deuda española en manos de BCE muestra una tendencia descendente desde hace algunos años. En 2023, la institución presidida por Christine Lagarde tenía el 30%, mientras que en 2024, pasó al 27%. Para este año, se espera que llegue al 25,7%, según un artículo de CaixaBank Research.
La deuda restante para este 2025, el 73,7%, quedará en manos del resto de inversores. En 2024, las entidades de crédito residentes eran tenedoras del 14%; las aseguradoras y los fondos residentes, del 10%; otros tenedores domésticos, el 5%; y los no residentes, el 44%.
Los inversores no residentes aumentaron su peso en la tenencia de deuda española. En 2023, suponían un 41% y en 2024 pasaron al 44%, 3 puntos más, como recoge CaixaBank en el artículo ‘Estrategia del Tesoro 2025 en un contexto de reducción del déficit público español’.
El total de la deuda en manos distintas a las del BCE equivaldrá este año al 75,9% del PIB, mientras que la institución poseerá el equivalente al 26,6% del PIB nacional.
El economista Javier García Arenas, autor del documento, recordó que este volumen de deuda en manos ajenas al BCE está muy alejado de los niveles de hace una década. “Entre los años 2012 y 2015, el volumen de deuda sobre el total en manos de actores que no eran el banco central superó con creces esta cifra (con un pico del 101,6% del PIB en 2014)”, apuntó.
El Tesoro tiene prevista una emisión neta de 60.000 millones de euros. La cifra supera en 5.000 millones de euros la de 2024 para hacer frente a las necesidades de financiación surgidas de las medidas de apoyo a los afectados por la dana, calculadas en más de 16.000 millones de euros.
DEUDA PÚBLICA MÁS ATRACTIVA
García Arenas comentó en su estudio que “el contexto de mayores tipos de interés en relación con el periodo 2016-2022 y el anclaje de las expectativas” harán que la deuda pública española sea más atractiva para los inversores, ya sean domésticos o no residentes.
En 2024, la deuda en manos de inversores extranjeros alcanzó los 64.300 millones de euros, muy por encima del promedio histórico 2003-2021, con un aumento promedio anual de 16.400 millones de euros.
Por su parte, el inversor doméstico apostó por las letras del Tesoro, hasta el punto de que los minoristas españoles han pasado a ser su principal tenedor. “Los inversores domésticos en su conjunto concentran el 28,6% de toda la deuda en circulación”, recordó el economista.
A lo largo del año pasado, el coste medio de las emisiones del Tesoro se redujo a 3,16%, en línea con la bajada de tipos del BCE. Para este 2025, “se prevé que el coste medio del conjunto de la deuda pública repunte de forma muy moderada”, ya que una parte de la deuda que se irá amortizando se emitió hace siete u ocho años, con unos tipos más bajos que los actuales, agregó García Arenas.
En cuanto al pago de intereses para la deuda del conjunto de las Administraciones Públicas, CaixaBank Research pronosticó que podría situarse este año en el 2,5%-2,6% del PIB, un nivel similar al del 2023-2024. Para 2027, estaría en torno al 2,8% del PIB.
“Será clave implementar una estrategia de consolidación fiscal gradual y sostenida, ajustada a las nuevas reglas fiscales de la Unión Europea (UE)”, incidió el economista.
AJUSTE DEL DÉFICIT PÚBLICO
Caixabank Research también vaticinó un ajuste del déficit público cercano a medio punto del PIB, hasta el 2,8%. Esto se deberá al fin de los descuentos fiscales y ayudas directas. No obstante, este año se tienen en cuenta las medidas de apoyo por la dana, que representan “un aumento excepcional del gasto de varias décimas”.
Esa cifra también variará si finalmente hay Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2025 o no. En caso afirmativo, “el déficit podría ser algo superior”. En cualquier caso, si se mantiene por debajo del 3%, será inferior a lo que se espera de otros países del entorno, como Francia e Italia, y estará en línea con las reglas fiscales europeas, de nuevo en vigor.
En su Plan Fiscal y Estructural 2025-2031, España se comprometió con Bruselas “a un ajuste del saldo estructural primario de 4 décimas este año”. Este ajuste será consecuencia de una reducción del déficit estructural primario con la retirada de las ayudas.
Por otro lado, la buena situación cíclica de la economía permitirá un “robusto crecimiento de los ingresos públicos”, cercano al 6% interanual. CaixaBank Research apuntó que el aumento del gasto público será menor, teniendo en cuenta que el plan estructural fija que el crecimiento del gasto primario computable neto de España en 2025, sin incluir las medidas de la dana, se sitúe algo por debajo del 4%.
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