MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
Cada dos minutos una mujer muere durante el embarazo o el parto, según las últimas estimaciones publicadas este miércoles en un informe de las agencias de las Naciones Unidas (ONU) denominado ‘Tendencias de la mortalidad materna’.
Según la OMS, el estudio revela retrocesos alarmantes para la salud de las mujeres en los últimos años, ya que las muertes maternas aumentaron o se estancaron en casi todas las regiones del mundo. “El embarazo debería ser un momento de inmensa esperanza y una experiencia positiva para todas las mujeres, pero trágicamente sigue siendo una experiencia sorprendentemente peligrosa para millones de personas en todo el mundo que carecen de acceso a una atención médica respetuosa y de alta calidad”, explicó el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Estas nuevas estadísticas revelan la necesidad urgente de garantizar que todas las mujeres y niñas tengan acceso a servicios de salud críticos antes, durante y después del parto, y que puedan plenamente ejercer sus derechos reproductivos”, recalcó.
El informe, que rastrea las muertes maternas a nivel nacional, regional y mundial de 2000 a 2020, muestra que hubo un estimado de 287.000 muertes maternas en todo el mundo en 2020. Esto marca sólo una ligera disminución de 309 000 en 2016 cuando entraron en vigor los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Según la ONU, el informe presenta algunos avances significativos en la reducción de las muertes maternas entre 2000 y 2015, pero “los avances se estancaron en gran medida, o en algunos casos incluso se revirtieron, después de este punto”.
En dos de las ocho regiones de la ONU, Europa y Norte América y América Latina y el Caribe, la tasa de mortalidad materna aumentó de 2016 a 2020, en un 17% y 15% respectivamente. En otros lugares, la tasa se estancó. El informe señala, sin embargo, que es posible avanzar y que las madres tengan buena salud en su gestación y parto.
Por ejemplo, dos regiones, Australia y Nueva Zelanda, y Asia Central y Meridional, experimentaron disminuciones significativas (en un 35% y 16%, respectivamente) en sus tasas de mortalidad materna durante el mismo período, al igual que 31 países de todo el mundo.
“Para millones de familias, el milagro del parto se ve empañado por la tragedia de las muertes maternas”, aseguró la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell. Añadió que “ninguna madre debería temer por su vida mientras trae un bebé al mundo, especialmente cuando existen el conocimiento y las herramientas para tratar complicaciones comunes”.
Por ello, pidió equidad en el cuidado de la salud de cada madre, “sin importar quiénes sean o dónde estén, una oportunidad justa de un parto seguro y un futuro saludable con su familia”. En cifras globales, las muertes maternas siguen concentrándose en gran medida en las partes más pobres del mundo y en los países afectados por conflictos. En 2020, alrededor del 70% de todas las muertes maternas se produjeron en África subsahariana.
Por otra parte, en nueve países que se enfrentan a graves crisis humanitarias, las tasas de mortalidad materna fueron más del doble del promedio mundial: 551 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos, en comparación con 223 en todo el mundo.
El sangrado severo, la presión arterial alta, las infecciones relacionadas con el embarazo, las complicaciones del aborto inseguro y las patologías de base que pueden verse agravadas por el embarazo (como el VIH/SIDA y la malaria) son las principales causas de muerte materna, según la OMS. “Todos estos son en gran medida prevenibles y tratables con acceso a atención médica respetuosa y de alta calidad”, concluyó.
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