MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, abogó este viernes por la “construcción y protección” de un espacio digital “público” que “pueda servir, de verdad”, como “plaza pública para una democracia afianzada”.
Así lo precisó durante su intervención en el acto ‘Derechos de las personas consumidoras y usuarias en el ámbito digital’, organizado por su departamento coincidiendo con el Día Mundial de las Personas Consumidoras, que se conmemora este sábado, en relación al debate actual en torno al aumento del gasto en defensa.
“En estos días se está hablando muchísimo de seguridad, de autonomía estratégica y creo que es evidente que, más allá del marco en el que se esté dando esta conversación, hablar de seguridad y de autonomía estratégica, por supuesto, implica hablar de defensa y del gasto militar, pero nos equivocaríamos profundamente si limitamos o ceñimos la conversación a esa dimensión”, aseveró, consciente de que “la seguridad y la autonomía de Europa van mucho más allá”.
A su juicio, abordar este asunto “implica hablar de la autonomía y la seguridad energética; de la seguridad social, que ha sido el principal elemento estabilizador de las sociedades europeas desde la Segunda Guerra Mundial; de la preparación ante el cambio climático, de las infraestructuras críticas y también del acceso a una vivienda accesible”.
“E implica hablar de la construcción y la protección de un espacio digital público que pueda servir, de verdad, como plaza pública para una democracia afianzada”, abundó, convencido de que se trata de una dimensión que “no se puede soslayar en el debate que se está teniendo sobre la seguridad y la autonomía de Europa” así como el “principio que también debe inspirar y guiar las actuaciones de los poderes públicos”.
ESFERA DIGITAL SEGURA
En este contexto, urgió a “apostar” por desarrollar una esfera digital “segura, igualitaria, democrática y que, por tanto, pueda servir en la construcción de una democracia social, de un Estado del bienestar para el siglo XXI”.
A este respecto, defendió la importancia de articular nuevos espacios digitales que sean “verdaderamente públicos y democráticos” y que permitan “un control efectivo de que las garantías, derechos y libertades fundamentales están plenamente respetados y garantizados también en el entorno digital”.
“Creo que no hacerlo, que no apostar decididamente por desarrollar y blindar la protección de los derechos digitales como un bien público, nos aboca a una deriva cuyos efectos geopolíticos, económicos y sobre la calidad y la salud misma de nuestro sistema democrático están desgraciadamente de actualidad en estos días”, sentenció.
Por último, advirtió de que “esto no va solo de la protección de los derechos digitales”, sino “del futuro y de las condiciones de posibilidad” para que los sistemas democráticos “afiancen su existencia y afronten los desafíos que es evidente que van a tener hacia adelante”.
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