Las autoridades de transición rechazan las críticas por un posible acercamiento a Rusia para obtener apoyo
MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El primer ministro de Burkina Faso, Apollinaire Joachimson Kyelem de Tambela, ha reclamado a Francia la entrega de armas y financiación para respaldar las operaciones de los ‘voluntarios’ reclutados por las autoridades para reforzar las labores del Ejército contra los grupos terroristas, en medio del aumento de la inseguridad en el país africano.
Kyelem de Tambela ha trasladado la petición al embajador de Francia en Burkina Faso, Luc Hallade, al que ha comunicado que París podría dar apoyo a los ‘voluntarios’ a través de la entrega de municiones y armas, así como asumiendo costes a través del pago de salarios, según un comunicado publicado por el Gobierno burkinés.
Durante el encuentro se han abordado también las últimas manifestaciones en el país africano para exigir la retirada de las tropas francesas y la imposibilidad de que las ONG de Francia se trasladen sobre el terreno a causa de la inseguridad. “Es el motivo por el que deben ayudar con el material necesario para derrotar el terrorismo”, ha argüido Kyelem de Tambela.
El primer ministro ha reconocido que la posible salida de miembros de las fuerzas especiales francesas está sobre la mesa, al tiempo que ha rechazado las críticas de París por una posible petición de ayuda a Rusia. “Los burkineses buscan un salvavidas para su país. Si este salvavidas debe venir de otro país que no sea Francia, ¿por qué no?”, se ha preguntado.
Burkina Faso, gobernado por una junta militar desde el golpe de Estado de enero contra el entonces presidente, Roch Marc Christian Kaboré, ha experimentado en términos generales un aumento significativo de la inseguridad desde el año 2015, lo que ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.
La junta está ahora encabezada por Ibrahim Traoré, quien encabezó en septiembre una asonada que fue considerada un ‘golpe palaciego’ por parte de un sector enfrentado al hasta entonces líder, Paul-Henri Sandaogo Damiba –quien ha huido a Togo–. Uagadugú ha apostado además por un posible acercamiento a Rusia, lo que ha desatado las críticas occidentales.
Los ataques, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y ha hecho que florezcan los grupos de autodefensa, a los que el Gobierno burkinés ha sumado a ‘voluntarios’ para que ayuden en la lucha antiterrorista.
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