El primer ministro burkinés saluda “la valiente decisión” de las autoridades malienses ante el Consejo de Seguridad de la ONU
MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El primer ministro de Burkina Faso, Albert Ouédraogo, ha solicitado este domingo a Naciones Unidas que retire las tropas de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de la ONU en Malí (MINUSMA), tal y como han pedido las autoridades malienses ante el Consejo de Seguridad.
“El Gobierno de Burkina Faso toma nota de la solicitud de ‘retirada sin demora’ de la MINUSMA y saluda esta valiente decisión formulada por las autoridades malienses de transición”, reza un comunicado del primer ministro burkinés, en el que invitan a la comunidad internacional a “respetar estrictamente las decisiones tomadas por Malí”.
Ouédraogo también ha aprovechado la oportunidad para felicitar a Bamako “por esta elección, que está en línea con la visión estratégica del Estado de Malí en la lucha contra el terrorismo y para el restablecimiento de la paz y la seguridad en el Sahel”.
Asimismo, el jefe de Gobierno de Burkian Faso ha alentado a las autoridades y al pueblo malienses “en esta afirmación de la soberanía del Estado” y la “expresión de la voluntad” de los ciudadanos “de ser los únicos dueños de su destino.
“(Uagadugú) reafirma su solidaridad con el Gobierno de Malí y todos los pueblos del Sahel en la lucha contra el terrorismo y se mantiene fiel al ideal de construir, con plena independencia y con plena responsabilidad, un mundo de paz, seguridad y desarrollo compartido para todos los sahelianos”, ha zanjado.
El ministro de Exteriores de Malí, Abdoulaye Diop, exigió este viernes ante el Consejo de Seguridad de la ONU la “retirada sin demora” de la misión, liderada por El Ghassim Wane, al considerar que la MINUSMA “parece convertirse en parte del problema al alimentar las tensiones comunitarias exacerbadas por acusaciones de extrema gravedad y que son muy perjudiciales para la paz, la reconciliación y la cohesión nacional”.
Diop también ha rechazado todas las iniciativas del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, para reformar el mandato de la MINUSMA en un intento por suavizar las tensiones con Bamako, que expulsó en febrero al director de la oficina de Derechos Humanos de la misión, Guillaume Ngefa-Atondoko Anda, por actividades “desestabilizadoras y subversivas”.
Después de las declaraciones de Diop, el Consejo de Seguridad de la ONU ha resaltado que la presencia de la misión es “esencial” para mantener la estabilidad en la región, donde ha destacado la “interminable violencia contra la población civil desatada por Estado Islámico en el noreste de Malí”.
Las relaciones del país con la misión también se han visto afectadas por un informe de la ONU sobre la matanza de más de 500 personas en marzo de 2022 en la ciudad de Moura (centro), en el que se apuntaba al Ejército como principal responsable. El Gobierno rechazó “vigorosamente” el informe, y aseguró que las imágenes obtenidas por satélite por los investigadores constituyen un delito de “espionaje”.
El líder de la junta militar de Malí, Assimi Goita, ya había puesto el foco sobre la MINUSMA en estos últimos meses, reclamándole una mayor colaboración con el Ejército a la hora de llevar a cabo sus operaciones. La misión tiene desplegados ‘cascos azules’ en el país desde 2013, si bien las relaciones se han deteriorado a raíz de los golpes de Estado liderados por Goita en agosto de 2020 y mayo de 2021 y los aplazamientos por parte de la junta a la hora de fijar un calendario electoral para una transición democrática.
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