MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
La Comisión Europea lanzó este miércoles un paquete de normas más estrictas sobre la contaminación atmosférica para que las personas que enfermen por respirar aire insalubre puedan ser indemnizadas y con el objetivo de que el número de muertes prematuras atribuibles al principal contaminante (las partículas finas PM2,5) se reduzca más del 75% en 10 años.
Además, también propuso endurecer las normas sobre la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, y el tratamiento de las aguas residuales urbanas.
Esas propuestas serán examinadas por el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo. Una vez adoptadas entrarán en vigor progresivamente, con diferentes objetivos para 2030, 2040 y 2050 para dar tiempo a la industria y las autoridades a adaptarse a las nuevas normas.
CALIDAD DEL AIRE
Casi 300.000 ciudadanos europeos mueren prematuramente cada año por la contaminación del aire. La Comisión Europea pretende modificar la Directiva relativa a la calidad del aire ambiente, cuya última actualización se remonta a 2008, para establecer niveles legales más alineados con las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Así, quiere que el valor límite anual de las partículas finas PM2,5 pase de los actuales 25 microgramos por metro cúbico a 10 microgramos por metro cúbico en 2030. La recomendación de la OMS está fijada en 5 microgramos por metro cúbico.
Además, el Ejecutivo comunitario aboga por poner a la UE en una trayectoria de contaminación cero del aire a más tardar en 2050, en sinergia con el objetivo de alcanzar entonces la neutralidad climática, es decir, que las emisiones de gases de efecto invernadero expulsadas a la atmósfera se compensen con lo que absorben sumideros naturales como bosques y océanos.
Esta revisión de la directiva garantizará que las personas que sufran daños a la salud por la polución atmosférica tengan derecho a ser indemnizadas en caso de incumplimiento de las normas de calidad del aire de la UE. Además, tendrán derecho a ser representadas por una ONG a través de acciones colectivas de reparación de daños.
La propuesta también traerá más claridad sobre el acceso a la justicia, sanciones efectivas y mejor información pública sobre la calidad del aire.
La Comisión Europea deja que las autoridades nacionales y locales determinen las medidas específicas que tomarían para cumplir con los estándares de calidad del aire.
Su propuesta podría generar beneficios anuales brutos de unos 42.000 millones de euros hasta alcanzar 121.000 millones en 2030, frente a menos de 6.000 millones de costes al año.
La contaminación atmosférica es la mayor amenaza ambiental para la salud y una de las principales causas de enfermedades crónicas, accidentes cerebrovasculares, cáncer y diabetes. El aire contaminado también daña el medio ambiente al causar acidificación, eutrofización y daños a los bosques, ecosistemas y cultivos.
AGUAS RESIDUALES URBANAS
Por otro lado, la Comisión Europea propone revisar la Directiva sobre el tratamiento de aguas residuales urbanas, que ayudará a los europeos a beneficiarse de ríos, lagos, aguas subterráneas y mares más limpios, al tiempo que hará que el tratamiento de aguas residuales sea más rentable.
Para hacer el mejor uso posible de las aguas residuales como recurso, pretende apuntar a la neutralidad energética del sector para 2040 y mejorar la calidad de los lodos para permitir una mayor reutilización.
Varias mejoras apoyarán la salud y la protección del medio ambiente, como obligaciones para recuperar nutrientes de las aguas residuales, nuevos estándares para microcontaminantes y nuevos requisitos de seguimiento para microplásticos.
Las obligaciones de tratar el agua se extenderán a los municipios más pequeños de 1.000 habitantes (en lugar de los 2.000 actuales).
Los países de la UE deberán garantizar el acceso al saneamiento para todos, en particular para los grupos vulnerables y marginados.
Dado que el 92% de los microcontaminantes tóxicos que se encuentran en las aguas residuales de la UE provienen de productos farmacéuticos y cosméticos, un nuevo plan de responsabilidad ampliada del productor requerirá que los productores paguen el coste de eliminarlos, en línea con el principio de que ‘quien contamina, paga’.
El Ejecutivo comunitario cree que esos cambios aumentarán los costes en un 3,8% (a 3.800 millones de euros al año en 2040) y reportarán un beneficio de más de 6.600 millones de euros anuales.
AGUAS SUPERFICIALES Y SUBTERRÁNEAS
Por otra parte, la Comisión Europea aboga por actualizar las listas de contaminantes que deben controlarse más estrictamente en las aguas superficiales y subterráneas.
Así, se agregarán al listado 25 sustancias con efectos problemáticos bien documentados sobre la naturaleza y la salud humana, como los PFAS (químicos utilizados en utensilios de cocina, ropa y muebles, espuma contra incendios y productos para el cuidado personal), una gama de plaguicidas y productos de degradación de plaguicidas (como el glifosato), el bisfenol A (plastificante y componente de envases de plástico) y algunos productos farmacéuticos utilizados como analgésicos y antiinflamatorios, así como antibióticos.
- Te recomendamos -