BRUSELAS, 29 (EUROPA PRESS)
La Comisión Europea ha formalizado este miércoles el archivo del expediente sancionador abierto contra Polonia por las reformas judiciales del anterior Gobierno polaco que desde Bruselas eran vistas como una amenaza grave para el Estado de derecho en la Unión Europea.
“Hoy, la Comisión Europea ha cerrado el procedimiento del Artículo 7.1 del Tratado de la UE para Polonia. Consideramos que ya no hay un riesgo grave de violación del Estado de derecho”, ha informado la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario encargada de Justicia, Vera Jourova, en un mensaje difundido en redes sociales tras la reunión semanal del Colegio de Comisarios.
El paso dado no es más que la formalización de una decisión que ya fue adelantada por la propia Jourova hace cerca de un mes, en respuesta al “plan de acción” que el nuevo Gobierno polaco de Donald Tusk presentó a Bruselas como prueba del compromiso para revertir la situación.
En un giro respecto al anterior Gobierno ultraconservador, el Ejecutivo de Tusk ha dejado claro que reconoce la primacía del Derecho comunitario y que los tribunales nacionales deben cumplir las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). También ha puesto en marcha reformas para afianzar la independencia judicial y proteger el Estado de derecho.
Aunque la decisión de retirar la propuesta de sancionar a Polonia en el marco del artículo 7 recae exclusivamente en la Comisión Europea, Jourova trasladó las conclusiones del dictamen comunitario a los Veintisiete en el último Consejo de ministros de Asuntos Generales de la UE, la semana pasada, en donde recibió un amplio respaldo de los gobiernos para dar este paso.
El mecanismo sancionador del Artículo 7.1 del Tratado de la UE, que hasta la fecha sólo se ha activado contra Polonia y Hungría, es un instrumento que prevé para los casos más graves la suspensión del derecho a voto del país en cuestión en la toma de decisiones a Veintisiete.
Tras cinco años en los que no hubo avances, el cambio de Gobierno en Polonia con la salida del ultraconservador Mateusz Morawiecki y la vuelta de Donald Tusk como primer ministro –de la familia del Partido Popular Europeo y predecesor de Charles Michel al frente del Consejo Europeo– rebajó la tensión y permitió los primeros gestos de acercamiento entre Bruselas y Varsovia, incluido el primer desembolso en abril de 6.300 millones del fondo anticrisis de la UE.
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