SIDNEY (AUSTRALIA), 25 (dpa/EP)
Brisbane ha cambiado de planes y va a construir un nuevo estadio con capacidad para 63.000 espectadores para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2032, una decisión que ha provocado la protesta de los ciudadanos por el lugar donde está previsto que se construya.
El Primer Ministro del estado de Queensland, David Crisafulli, dijo este martes en rueda de prensa que la nueva construcción se ubicará en Victoria Park, una zona conocida por sus espacios verdes e instalaciones recreativas, lo que provocó la airada protesta de ciudadanos contrarios al anuncio. De hecho, manifestantes no tardaron en salir a la calle para protestar contra estos planes por motivos medioambientales ya que el lugar también tiene una gran importancia para los indígenas australianos.
Esta decisión se tomó tras la conclusión de un estudio independiente de 100 días de duración sobre las sedes y las infraestructuras de la ciudad, declaró Crisafulli, que añadió se habían abandonado los planes anteriores de renovar dos estadios ya existentes. En este sentido, el dirigente confirmó que el icónico estadio de críquet The Gabba, que en un principio iba a ser la pieza central de los Juegos, será demolido después del evento.
Ya el año pasado, el Gobierno regional había descartado la construcción de un estadio completamente nuevo. En aquel momento, se argumentó que cuando los residentes de Queensland estaban luchando con la vivienda y otros gastos no se podía justificar la inversión de miles de millones de dólares en un nuevo recinto. Las previsiones apuntan que el coste total sería de unos 3.700 millones de dólares australianos (más de 2.100 millones de euros).
El nuevo estadio albergará las competiciones de atletismo y las ceremonias de inauguración y clausura. Después de los Juegos, se espera que el nuevo recinto se convierta en la sede de los equipos locales de críquet y fútbol australiano. Para los Juegos se construirán otras instalaciones, como una pista de tenis y un centro de deportes acuáticos, aunque el Comité Olímpico Internacional ha estado presionando a los anfitriones para que piensen de forma sostenible y reutilicen las instalaciones existentes siempre que sea posible.
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