MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Las mujeres son mayoría del alumnado egresado en el ámbito de la Educación, ya que representan el 79,9%, y en el de Salud y Servicios Sociales (73%), pero en Informática suponen el 13,5% y en Ingeniería, Industria y Construcción el 30,9%.
Así se desprende del análisis de la Fundación CYD de los datos de los titulados de grado universitario en el curso 2020-2021, que destaca que las tasas de rendimiento (la ratio entre los créditos matriculados y aprobados) y de idoneidad (el porcentaje de estudiantes que finalizan la titulación en el tiempo teórico estimado) son más altas entre las mujeres que los hombres en todos los ámbitos de estudio.
En los ámbitos en los que hay un mayor equilibrio entre hombres y mujeres son Ciencias, donde las egresadas representan al 52,7% del alumnado y en Negocios, Administración y Derecho al 56%. Por subámbitos, las mujeres son minoría en Arquitectura y Construcción, Ciencias Físicas, Químicas, Geológicas, Matemáticas y Estadística, y Economía (entre el 40% y el 45%); Humanidades y sector primario (30-40%); ingenierías, deportes y otros servicios (20-30%); y la mencionada informática (13,5%).
En todos los ámbitos de conocimiento, ellas obtienen mejor rendimiento que ellos y en la gran mayoría de titulaciones ellas acaban antes sus estudios. Las mayores diferencias de tasa de rendimiento se dan en los estudios vinculados a agricultura, ganadería, silvicultura, pesca, y veterinaria, en los que ellas aprueban el 78,2% de los créditos y ellos el 66,3%; en Ingeniería, Industria y Construcción (diferencia de 6,6 puntos: 71,7% frente a 65,1%); en Ciencias Sociales, Periodismo y Documentación ellas aprueban el 83,1% y ellos el 77%; y en Negocios, Administración y Derecho la diferencia también se sitúa en 6,1 puntos porcentuales y las alumnas aprueban el 80,5% frente al 74,4% de los alumnos.
Por ámbitos de conocimiento, las diferencias más significativas en el rango salarial se dan en los Servicios, donde globalmente la mujer percibe 3.806€ euros al año de media menos que el hombre; en Ciencias Sociales, Periodismo y Documentación las mujeres ganan 3.065 euros menos; y en Negocios, Administración y Derecho la diferencia es de 2.978 euros a favor del hombre.
A nivel global por ámbito de conocimiento, en todos se observa una diferencia salarial favorable al hombre y solo en algunos subámbitos las egresadas cotizan una mayor cantidad que ellos: en Deportes (ellas perciben 1.231 euros más), formación de docentes en Educación Primaria (ellas perciben 1.202 euros más) y Matemáticas y Estadísticas (la diferencia favorable a las mujeres es de 467 euros). De estos tres subámbitos solo en el segundo las mujeres son mayoría entre los titulados en grado.
‘TECHO DE CRISTAL’ Y ‘SUELOS PEGAJOSOS?’
“Es indudable que existe un techo de cristal si atendemos a los números, y yo añadiría otro fenómeno relacionado: los suelos pegajosos, la sobrecarga de tareas profesionales y domésticas que hacen que la mujer se quede en puestos de menor salario, menor prestigio y menos cualificación”, ha señalado la rectora de la Universidad Autónoma de Madrid, Amaya Mendikoetxea.
Durante el debate ‘Universidad y techo de cristal: situación actual y retos’, organizado por Fundación CYD con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, Mendikoetxea ha explicado que en la carrera académica los techos de cristal “se manifiestan en la infrarrepresentación de las mujeres en cargos unipersonales y los suelos pegajosos se manifiestan en la sobrerrepresentación en las partes más bajas de la pirámide organizativa”.
Por su parte, la rectora de la Universidad del País Vasco UPV-EHU, Eva Ferreira, ha mencionado la existencia de sesgos de género: “El techo de cristal depende del escalón donde se mide: se suele medir la dificultad de las mujeres para seguir ascendiendo y hay más dificultades”.
Durante su intervención, la catedrática e investigadora de la Universidad Carlos III de Madrid Concha Monje ha indicado que hay un porcentaje “significativo” de mujeres “que no piensa que ese puesto sea para ellas porque consideran que sus capacidades no están a la altura y no es cierto”. “Sí valemos, demostrémoslo y vayamos a por todas”, ha sentenciado.
“Además de los problemas de conciliación, existen redes de poder que muchas veces se crean fuera de las jornadas laborales y que están formadas en su mayoría por hombres. Cuando piensan en incorporar a otras personas, favorecen la inclusión de otros hombres por encima de las mujeres”, ha agregado la directora del campus Innova de la Universidade da Coruña, Susana Ladra.
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