MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha agradecido al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, la retirada de la Gran Cruz al Mérito Militar que España concedió al fallecido dictador chileno Augusto Pinochet en el año 1975, cuya distinción se impuso en la dictadura franquista en nombre de Francisco Franco.
“Gracias, presidente Sánchez. Por la memoria y la justicia, pero sobre todo por el futuro, para que nunca más”, ha expresado el mandatario chileno a través de su perfil en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.
Minutos antes, Sánchez había anunciado que el Consejo de Ministros, en su reunión ordinaria de este martes, aprobará la retirada de la condecoración militar, al tiempo que ha recordado que hace cincuenta años “la democracia chilena fue víctima de un ataque brutal que estremeció al mundo”, en referencia a la efeméride por el golpe de Estado en el país andino.
“Hoy, 11 de septiembre, es la hora de reparar una injusticia histórica”, ha señalado Sánchez, mientras que el ministro de Exteriores en funciones, José Manuel Albares, ha añadido que se trata de “memoria democrática compartida”.
De esta manera, España sigue los pasos del Gobierno de Argentina, cuyo presidente, Alberto Fernández, comunicó que había ordenado la retirada de la Orden de Mérito y la Orden del Libertador San Martín otorgadas al dictador chileno Augusto Pinochet.
Boric compartió horas antes un vídeo de Sánchez en el que enviaba un mensaje de apoyo al pueblo chileno en el marco de la conmemoración del golpe de Estado contra el expresidente Salvador Allende, asegurando que ambos países “defienden la democracia desde la experiencia compartida”.
“España y Chile defienden hoy la democracia desde la experiencia compartida que supone perderla y reconquistarla. Y juntos contamos al mundo un relato de éxito, el del tránsito a una democracia plena y el compromiso absoluto con la defensa de los Derechos Humanos”, manifestó Sánchez.
Sánchez se hizo eco de las últimas palabras de Allende a la ciudadanía chilena, antes de quitarse la vida en La Moneda como último acto en protesta por el golpe, al afirmar que “al final, las grandes alamedas, tanto tiempo cegadas por la oscuridad, se abrieron de par en par y Chile reconquistó su libertad”.
“Hace 50 años la democracia chilena fue víctima de un ataque brutal que estremeció al mundo. Aquel golpe bárbaro no solo quebró el orden constitucional y derribó un gobierno legítimo nacido de las urnas, sino que también fue antesala de un tiempo sombrío para los Derechos Humanos y las libertades en Chile”, recordó.
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