Pérez Iglesias cree que las tecnologías digitales ofrecen una “oportunidad excelente” para mejorar la administración
BILBAO, 28 (EUROPA PRESS)
El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha subrayado que la Inteligencia Artificial (IA) debe abordarse con los principios de “equidad, control democrático y transparencia”. En este sentido, ha advertido de que esta tecnología “no puede perpetuar sesgos ni discriminar a las personas por razones de género, origen o situación socioeconómica” y ha apelado a que su gobernanza no puede quedar “solo en manos de las grandes empresas tecnológicas”.
Bolaños ha intervenido este viernes, de manera telemática, en el III Congreso Internacional sobre Derecho e Inteligencia Artificial que se celebra en la Universidad de Deusto en Bilbao, organizado por la propia universidad y Cuatrecasas y que ha reunido a especialistas para abordar los retos y oportunidades que presenta el desarrollo de la Inteligencia Artificial en relación con los derechos fundamentales.
La jornada de este viernes ha incluido una sesión sobre ‘Inteligencia Artificial y derechos de la ciudadanía. Una visión desde las instituciones’, en la que han intervenido el ministro Félix Bolaños y el consejero de Ciencia, Universidades e Innovación del Gobierno Vasco, Juan Ignacio Pérez Iglesias.
En su intervención, Bolaños ha recordado que la Inteligencia Artificial es una tecnología “disruptiva” que “está transformando profundamente nuestras sociedades y abriendo un espacio de oportunidades, pero también de desafíos”.
Frente al “pesimismo que en ocasiones invade” el debate sobre la Inteligencia Artificial, el ministro ha eludido un discurso que hable “solo de riesgos” y ha apelado a abordar “la naturaleza de la Inteligencia Artificial y también su gobernanza” y cómo se puede contribuir a “generar derechos y prosperidad”.
A su entender, equidad, control democrático y transparencia son “los principios que deben guiarnos”. Así, ha insistido en que la Inteligencia Artificial “no puede perpetuar sesgos ni discriminar a personas por razones de género, de origen, de situación socioeconómica” ni tampoco debe generar “desigualdades a nivel internacional en función del acceso de cada país a esta tecnología”.
Por otro lado, ha defendido que la gobernanza de la Inteligencia Artificial “no puede quedar solo en manos de las grandes empresas tecnológicas fijando reglas por su cuenta”.
Por eso, ha destacado, en España se ha creado la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial, “cuyo mandato, precisamente, es garantizar el uso ético y seguro” de esta tecnolohgía y hace tres semanas se aprobó en Consejo de Ministros el Anteproyecto de Ley para el Buen Uso y la Gobernanza de la Inteligencia Artificial.
Por lo que respecta a la transparencia, el ministro ha apuntado que “los ciudadanos deben saber, cuando interactúan con sistemas de Inteligencia Artificial, cómo se toman las decisiones que les afectan”.
En este marco, “una vez que tengamos claros estos principios”, ha considerado que las instituciones pueden “empezar a hablar de lo relevante: cómo hacer que la Inteligencia Artificial haga mejores nuestras sociedades”.
De este modo, ha explicado que su Ministerio está incorporando la robotización y la Inteligencia Artificial para automatizar procesos, reducir carga de trabajo y acelerar tiempos de tramitación.
En palabras del ministro, “se trata de que el desarrollo tecnológico esté al servicio de la sociedad, alineado con los valores democráticos, con la transparencia, con la eficacia, con la accesibilidad, que sea fuente de derechos y de oportunidades y no de desigualdad”. “Tenemos los principios claros, estamos creando las herramientas y tenemos ejemplos”, ha concluido.
“VERDADERA TRANSFORMACIÓN”
Por su parte, el consejero Juan Ignacio Pérez Iglesias ha destacado la importancia de digitalizar la administración. “Cualquier nueva tecnología debe servir para proporcionar a la ciudadanía directa o indirectamente una vida mejor”, ha señalado.
A su entender, la Inteligencia Artificial y las demás tecnologías digitales ofrecen una “oportunidad excelente” para mejorar la propia administración, lo que debería “redundar en un aumento en la calidad del servicio que presta”. Según ha indicado, “significa, sobre todo, agilizar el procedimiento, reducir burocracias, eliminar trámites”.
No obstante, ha precisado que “una verdadera transformación de la administración exige que las instituciones coordinen procedimientos, faciliten la interconexión, interoperatividad entre ellas y, en definitiva, ofrezcan a la sociedad vías únicas y amigables para relacionarse con las personas y agentes sociales y económicos”.
Para el consejero, “las tecnologías digitales no deben ser un objetivo en sí mismas, como en algunas ocasiones ha ocurrido, sino que han de estar al servicio de las personas”.
Asimismo, ha apuntado que no se trata de “innovar digitalizando los procedimientos ‘analógicos'”, sino de transformar la administración “innovando también la lógica de su funcionamiento”.
Finalmente, ha indicado que, en materia de regulación, “la tarea que hay por delante exige muchas cosas”, sobre todo “escuchar a quienes saben, a las personas expertas”.
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