Subraya que la población de Sudán “quiere que el Ejército vuelva a los cuarteles y quiere democracia”
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha reclamado este lunes “un alto el fuego inmediato” y “un regreso a las conversaciones” para poner fin a los enfrentamientos entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que han dejado hasta ahora cerca de cien civiles muertos, al margen de las bajas entre las fuerzas combatientes.
“La población de Sudán quiere que el Ejército vuelva a los cuarteles. Quiere democracia. Quiere un gobierno liderado por civiles. Sudán tiene que volver a ese camino”, ha manifestado Blinken desde Japón, donde participa en una reunión ministerial del G7, antes de incidir en que las conversaciones podrían “volver a poner a Sudán en el camino a una transición completa a un gobierno liderado por civiles”.
Así, ha explicado que hay consultas “muy cercanas” sobre la situación en Sudán y ha subrayado que “existe una gran preocupación por los combates, la violencia en Sudán y la amenaza que supone a los civiles, a la nación sudanesa y, potencialmente, a la región”.
Blinken ha pedido además al jefe del Ejército, Abdelfatá al Burhan, y al líder de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, alias ‘Hemedti’, que “garanticen la protección de civiles y no combatientes, así como de personas de terceros países”, al tiempo que ha recalcado que la Embajada estadounidense en Jartum está en contacto con los ciudadanos presentes en el país para “dar toda la información posible”.
Por su parte, el ministro de Exteriores británico, James Cleverly, ha confirmado contactos entre Londres y “amigos en la región árabe” para abordar la crisis y ha reclamado “un cese inmediato de la violencia y una vuelta a las conversaciones, que parecían ir en dirección a un gobierno civil, que es el deseado objetivo final”.
“Seguiremos trabajando con Estados Unidos, nuestro amigo cercano, y nuestros amigos en África y el mundo árabe para avanzar hacia la paz y una democracia civil”, ha destacado, al tiempo que ha hecho hincapié en que “el futuro inmediato depende de los generales que están implicados en estos combates”.
Por ello, ha reclamado a las partes que “pongan la paz por encima de todo, pongan fin a los combates y vuelvan a las negociaciones”. “Eso es lo que quiere la población sudanesa, es lo que merece la población sudanesa y seguiremos buscando vías para apoyar ese camino de vuelta a la paz”, ha remachado el ministro de Exteriores británico.
Las principales organizaciones civiles y partidos políticos de Sudán han reclamado al unísono durante el fin de semana no solo el fin de los combates, sino también el final de la “militarización” que ha dominado “el espacio público” el país durante décadas y, en particular, desde el derrocamiento hace cuatro años del dictador Omar Hasán al Bashir tras una revolución en la que los civiles fueron parte instrumental.
El país africano estaba gobernado antes del estallido de los combates por una junta liderada por Al Burhan que tenía como ‘número dos’ al cabecilla militar de las RSF. Las discrepancias entre ambos sobre la integración paramilitar en un futuro Ejército unificado –acuerdo previo a la formación de un nuevo gobierno de unidad liderado por civiles– acabaron degenerando en este conflicto.
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