BRUSELAS, 18 (EUROPA PRESS)
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha respondido este martes al órdago del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sobre el envío de armamento estadounidense, asegurando que Washington no ha cambiado su posición de revisar el envío de bombas por temor a que fuesen utilizadas en una ofensiva a gran escala sobre Rafá.
“Tenemos un caso del que ha hablado públicamente el presidente (Joe Biden) sobre las bombas de 900 kilogramos y las preocupaciones que tenemos sobre su uso en zonas densamente pobladas. Eso sigue pendiente. Seguimos trabajando en ello”, ha afirmado Blinken en rueda de prensa desde Washington acompañado del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en el marco de su visita a Estados Unidos.
En este sentido, el jefe de la diplomacia estadounidense ha señalado que “no ha habido ningún cambio” en la postura de Washington respecto a este caso, separándolo del suministro de otro tipo de material militar para que Israel ejerza su defensa.
“La posición es asegurarnos de que Israel tiene lo que necesita para defenderse de estas numerosas amenazas”, ha dicho, insistiendo en que el suministro de armas a Tel Aviv no se limita a la situación en Gaza sino también a que haga frente a las amenazas que vienen del norte, mediante el partido-milicia chií libanés Hezbolá, o de los hutíes yemeníes, que cuentan con apoyo de Irán.
Blinken ha reiterado así que Estados Unidos está comprometido a que Israel cuente con “lo necesario para defenderse de toda una serie de amenazas”. “Gaza forma parte de ello, pero supera con creces las amenazas a las que se enfrenta”, ha dicho.
Netanyahu ha lanzado un vídeo este martes en el que afirma que el secretario de Estado norteamericano se comprometió en su última visita a eliminar las trabas al envío de armamento, algo esencial a su juicio para seguir avanzando en la ofensiva contra Hamás.
En este sentido, el líder israelí ha dejado claro que espera que su principal aliado internacional recupere los niveles de entrega previos de armamento, algo que el propio primer ministro ha explicado que trató con Blinken en una “amable conversación”.
La participación indirecta de Estados Unidos en el conflicto ha sido motivo recurrente de debate por la utilización de parte de sus equipos en las operaciones sobre la Franja de Gaza. A principios de mayo, Washington paralizó el envío de unas 3.500 bombas por el temor a que fuesen utilizadas en una ofensiva a gran escala sobre Rafá.
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