El mandatario dice que “en retrospectiva” le habría gustado “haber sido capaz de convencer a los israelíes” de hacer “muchas cosas”
MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha afirmado este jueves que no hablará con su homólogo ruso, Vladimir Putin, a menos que “esté dispuesto a cambiar su comportamiento”, si bien ha remarcado que está “preparado” para hablar con cualquier líder mundial “que quiera” dialogar.
“No tengo ninguna buena razón para hablar con Putin ahora mismo. No hay mucho que él esté dispuesto a hacer en términos de adaptarse a cualquier cambio en su comportamiento. Pero no hay ningún líder mundial con el que no esté preparado para lidiar”, ha declarado durante una rueda de alto nivel al término de la Cumbre de la OTAN, en la que la invasión rusa de Ucrania ha sido el epicentro.
Durante estas declaraciones, Biden ha aprovechado la ocasión para defender su futura habilidad para negociar tanto con Putin como con el presidente de China, Xi Jinping, con quien está “conversando ahora”. “Estoy preparado para lidiar con ellos ahora y dentro de tres años”, ha sostenido.
“Estoy dispuesto a hablar con cualquiera, pero no veo ninguna predisposición. Hay una voluntad por parte de los chinos de mantenerse en contacto conmigo porque no están seguros de hacia dónde va todo esto. Y mira lo que ha pasado en Asia, hemos reforzado la zona del Pacífico más que nadie”, ha asegurado, en referencia a la mejora de sus relaciones con Australia, Nueva Zelanda o Japón.
El mandatario estadounidense ha añadido que “no es probable” que Rusia cambie sustancialmente a corto plazo, pero ha advertido de que “si tiene éxito en Ucrania, no se detendrá” ahí. No obstante, ha señalado que Moscú “no ha tenido mucho éxito” en términos de porcentaje de territorio conquistado y ha denunciado que “ha causado daños horribles y pérdida de vidas”, entre ellos también decenas de miles de militares.
EL FRENTE EN ORIENTE PRÓXIMO
Biden también se ha referido a la situación en Oriente Próximo, donde ha considerado que el “liderazgo” de Estados Unidos “es indispensable”, y ha hecho hincapié en que “es momento de poner fin a la guerra” entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la Franja de Gaza, donde han muerto más de 38.300 palestinos por los constantes bombardeos israelíes en nueve meses.
“No voy a entregar bombas de 2.000 libras –en referencia a las de 900 kilogramos–. No se pueden utilizar en Gaza ni en otra área altamente densa”, ha afirmado, aprovechando la ocasión para recordar que están “causando una gran tragedia humana”, pero ha recordado que cuando Irán lanzó un ataque contra Israel “fue capaz de unir a las naciones árabes y a Europa y no ocurrió nada, nadie resultó herido”. Esto, ha dicho, fue “una increíble lección de lo que está ocurriendo en Oriente Próximo”.
Tras ello, ha afirmado que “en retrospectiva” le habría gustado “haber sido capaz de convencer a los israelíes” de hacer “muchas cosas”. No obstante, ha resaltado que “en ocasiones” las autoridades israelíes han sido “menos que cooperadoras” y que, si bien conoce “bien” y “apoya” a Israel, “este gabinete de guerra es uno de los más conservadores de su historia”.
“No hay necesidad de ocupar ningún lugar. Persigue a los que hicieron el ataque”, ha declarado después de pedir a las autoridades israelíes que “no cometan los mismos errores” que los estadounidenses en Afganistán. Así, ha subrayado que “no hay otra respuesta posible que no sea la solución de dos Estados” y ha indicado que los países árabes están “en una posición en la que cooperarán en la transición hacia la paz en Gaza sin que las fuerzas israelíes permanezcan” en el enclave.
Biden, que ha abogado por continuar negociando para lograr un alto el fuego en Gaza, ha sostenido que “hay un aumento del descontento de los palestino con respecto a Hamás en Cisjordania”. “Hamás ya no es popular”, ha dicho pese a que los servicios de Inteligencia de Estados Unidos advirtieron tras los ataques del 7 de octubre que la influencia del grupo palestino había crecido.
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