EL CAIRO, 12 (DPA/EP)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha pedido la liberación de Abdelfatá, un destacado activista a favor de la democracia que está en huelga total de hambre en una prisión egipcia, ya que dejó de beber agua en la fecha de inicio de la COP27 en la ciudad, tras varios meses sin comer.
“Estados Unidos está solicitando su liberación, no hemos hecho nada al respecto”, ha dicho este viernes el asesor de seguridad nacional estadounidense, Jake Sullivan, después de la reunión entre Biden y el presidente egipcio Abdelfatá al Sisi.
Sullivan se ha dirigido a los periodistas en el Air Force One de camino a Asia y les ha trasladado que los dos líderes “hablaron extensamente sobre el tema de los derechos humanos”, y ha añadido que Biden “dirigió a su equipo a trabajar con los egipcios en una serie de casos específicos”, entre los que se encontraba este.
“Hemos tenido consultas intensivas sobre ese caso, mientras estábamos en el terreno en Sharm, y no voy a ir más allá en el registro porque estamos haciendo todo lo posible para asegurar su liberación también, como la de otros presos políticos”, ha sostenido Sullivan. Aunque ha reconocido no tener ninguna actualización del estado del activista por el momento.
El jueves, la Fiscalía General de Egipto dijo que un equipo médico había examinado a Abdelfatá y concluyó que gozaba de buena salud a pesar de la huelga de hambre. Una afirmación se produjo horas después de que la familia del activista egipcio-británico dijera que las autoridades le habían dado una “intervención médica” para mantenerlo con vida, y solicitó que lo trasladaran a un hospital fuera de la prisión.
Sin embargo el Ministerio Público insistió en que no había necesidad de trasladarlo a un hospital. Las pruebas han demostrado que su presión arterial, el pulso, el nivel de azúcar en la sangre y la temperatura, están “dentro de sus niveles normales”, según se puede leer en el comunicado recogido por DPA, que pone en duda que esté llevando a cabo la huelga de hambre.
Abdelfatá, que ahora tiene 40 años, fue condenado en diciembre a cinco años de prisión por difundir noticias falsas, una acusación que su familia descarta por estar motivada políticamente. Desde entonces ha habido cada vez más llamamientos internacionales recientemente para que Egipto libere a Abdelfatá, en medio de advertencias de que su vida corre peligro.
El historial de derechos de Egipto bajo el presidente Al Sisi ha generado críticas internacionales en medio de una campaña contra los disidentes.
Al Sisi asumió el cargo en 2014, un año después de que el ejército, entonces dirigido por él, depusiera al presidente islamista Mohamed Morsi después de producirse protestas masivas contra el gobierno divisivo de Morsi. Desde entonces, miles de activistas seculares e islamistas han sido detenidos.
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