MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
El presidente de Bidafarma, Antonio Mingorance, aseguró que desde la cooperativa ponen su “granito de arena” para generar una “sociedad mejor” y defendió tanto el valor de la economía social como el trabajo de las farmacéuticas en este ámbito.
Así lo afirmó durante un diálogo sobre ‘Economía Social y Salud’ celebrado en Servimedia en el que también participó la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (Cepes) y la secretaria de Estado de Economía Social, Amparo Merino.
Mingorance sostuvo que la futura ley integral de economía social, que se tramitará próximamente, es una “buena” iniciativa para el sector de la farmacia porque el español es “uno de los mejores” modelos farmacéuticos del mundo.
Es un modelo en el que la distribución farmacéutica es cooperativa y que permite, entre otras cosas, “la equidad” y que todas las personas tengan “igualdad de condiciones” en el acceso a los medicamentos. Estos son, también, fines de la economía social: convertir una inversión económica en un producto accesible para los ciudadanos.
Las cooperativas farmacéuticas se crearon en 1929, cuando los medicamentos “no estaban” al alcance de los ciudadanos ni de la farmacia o, en algunos casos, las personas tenían que “esperar una semana” para que llegara un fármaco.
En el caso de Bidafarma, es un “ejemplo” de economía social porque es el “resultado” de una fusión de 12 cooperativas, llevada a cabo en 2016, y porque es una empresa en la que prima el “interés general” de las personas y “no el particular”.
REIVERTIR EN SI MISMOS
La entidad, que da servicios a 10.700 farmacias en 36 provincias, tiene como objetivo “reinvertir” en la propia entidad los beneficios económicos que obtenga para “cada vez ser mejores” y ofrecer “mejor servicio”.
Bidafarma cuenta con 40.000 referencias de especialidades farmacéuticas, con 31 almacenes por toda España y trabajan hasta 10.000 socios en las citadas farmacias.
Además, el presidente explicó que tienen 2.000 trabajadores distribuidos en todas las provincias y, de ellos, el 47% son mujeres. También, recordó que el 78% de las empleadas en la farmacia de España son farmacéuticas.
La cooperativa realiza su labor de forma descentralziada, es decir, en todos los territorios donde están presentes tienen consejos territoriales y, a nivel nacional, cuentan con un Consejo Rector.
Cada comunidad autónoma tiene diferentes “disposiciones” relacionadas con los precios o los costes de los medicamentos, entre otras cosas, y la cooperativa se tiene que “adaptar” a todas ellas, según comentó el presidente. Pese a estas disparidades, Mingorance se mostró “orgulloso” del trabajo de la cooperativa y aseveró que el “98% de los socios” expresaron su apoyo a la entidad.
Asimismo, el presidente apuntó que la distribución farmaceutica de España necesita “visibilidad” y desde Bidafarma buscan hacerse “oir en Europa”.
FUTURO
Bidafarma abrió cada dos años un nuevo almacén, según describió Mingorance, pero “no para expandirnos”, sino con el fin de “mejorar lo que tenemos”.
Sobre esto, el presidente puso en relieve que los nuevos espacios están equipados con “lo último” en tecnología e incidió en que llevarán a cabo una gestión correcta de los materiales porque a la tecnología hay que “añadirle la gestión”.
Del mismo modo, Mingorance dijo que Bidafarma factura más de dos millones de euros y reiteró que todo ello lo “reinvertimos en la empresa”.
Por otro lado, resaltó que la cooperativa tiene un amplio “compromiso social” porque las personas son lo “fundamental” y, por ello, tienen una relación “intima” con los pacientes, con el objetivo final de lograr un “mundo mejor”.
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