El Ejército reconoce “un golpe muy duro” y afirma que hay “pérdidas muy grandes” entre sus filas
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Alrededor de 30 militares de Benín murieron el miércoles en un ataque perpetrado por personas armadas no identificadas contra un puesto de seguridad situado en un punto situado en la frontera con Burkina Faso y Níger, un suceso reclamado por el grupo terrorista Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM).
Fuentes citadas por el portal beninés de noticias Daabaaru han indicado que el ataque fue perpetrado en el interior del Parque Nacional W –que se extiende por los tres citados países– y han agregado que hay confirmados al menos 28 militares muertos, además de 40 asaltantes.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor del Ejército beninés, Faizou Gomina, ha hablado de “pérdidas muy grandes”, sin dar un balance, al tiempo que ha expresado su “gran tristeza” por el incidente. “Presento mis condolencias a los familiares y seres queridos de nuestro personal caído en el frente”, ha agregado.
“La posición atacada era una de las más fuertes y más militarizadas de la operación ‘Mirador’, con numerosas armas, drones de observación y dispositivo con Internet para supervisar rápidamente cualquier situación maliciosa”, ha explicado.
En este sentido, Gomina ha incidido en que el suceso “demuestra que el material por sí mismo no es suficiente para ganar un combate”. “La postura operativa y la calidad de nuestros recursos humanos son clave para vencer a esta amenaza”, ha dicho, al tiempo que ha pedido a los comandantes sobre el terreno que “organicen a sus hombres”.
“Despierten, señores oficiales y jefes de sección. Tenemos combates que ganar. Hemos recibido un golpe muy duro, pero no vamos a plegarnos. No vamos a perecer. Venceremos”, ha zanjado el jefe del Estado Mayor del Ejército, según un comunicado recogido por el portal de noticias Le Beninois Libere.
Más tarde, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), la filial de Al Qaeda en el Sahel creada en 2017 de la unión de varios grupos yihadistas, ha reclamado la autoría del ataque, según ha recogido SITE Intelligence Group, un organismo especializado en hacer seguimiento de los grupos terroristas.
Las autoridades de Benín han reforzado en los últimos años el despliegue de seguridad en la frontera con Burkina Faso y Níger ante el repunte de los ataques en la zona y el temor de expansión de los grupos yihadistas que operan en la región del Sahel.
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