MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
El jefe del Servicio de Cirugía Cardiaca del Centro Médico Teknon, el doctor Xabier Ruyra, explica que, gracias a los avances en la Medicina, las cirugías de corazón ya no tienen por qué ser “a corazón abierto” sino que la cirugía cardiaca ha ido evolucionando hacia la llamada cirugía mínimamente invasiva o transcatéter, un método con mayores beneficios para el paciente y que facilita su recuperación.
En esta nueva forma de intervención, no solamente se busca poder realizar las intervenciones a través de incisiones más pequeñas y, consecuentemente, menos agresivas, sino que también se agrupan toda una serie de elementos que favorecen el proceso global del paciente y mejoran los resultados de forma significativa.
La cardiaca abierta comenzó a realizarse a través de la esternotomía media, es decir, cortar con una sierra quirúrgica el hueso esternón, que se sitúa en la parte anterior del pecho, y a través de esa abertura, de unos 20 – 25 centímetros, acceder ampliamente al corazón. Esto se ha venido conociendo coloquialmente como cirugía a corazón abierto.
“Evidentemente, el acceso por esternotomía media completa permite una exposición muy buena de todo el corazón y mucho espacio para que los cirujanos podamos realizar las intervenciones de forma cómoda. Sin embargo, un abordaje tan agresivo provoca mucho trauma sobre los tejidos y el hueso, mayor pérdida de sangre, más dolor hasta que la fractura vuelve a soldar, y una gran cicatriz en una zona muy visible del pecho”, detalla el especialista.
Además, añade, “pueden aparecer complicaciones, como defectos de cierre con dehiscencia esternal, ruptura o movimiento de los alambres, fracturas óseas, hematomas o infecciones, que en ocasiones pueden ser muy graves, si afectan al hueso o a las estructuras vecinas del mediastino”.
Por este motivo, apunta que la cirugía cardiaca mínimamente invasiva o transcatéter es un método con mayores beneficios. En este sentido, el especialista resalta que en el Servicio de Cirugía Cardiaca del Instituto del Corazón Centro Teknon, han desarrollado el programa ‘Smart Cardiac Surgery’, que incluye: cirugía mínimamente invasiva o transcatéter, cirugía de reparación valvular evitando el uso de prótesis artificiales, operaciones sin necesidad de transfusiones, despertar en el quirófano justo al acabar la intervención y control máximo del dolor posoperatorio.
Con este método, más del 75 por ciento de todas las operaciones cardiovasculares realizadas en este centro -y casi el 90% de problemas de válvulas- se han llevado a cabo sin necesidad de cortar el hueso esternón ni las costillas, con incisiones mucho más pequeñas, casi invisibles (acceso transaxilar) o inexistentes (procedimientos por catéter).
Esto se ha traducido en mucha menor agresión para los tejidos, y las ventajas que con este nuevo abordaje se han logrado han sido claras: menos dolor, menor pérdida de sangre, tasas de infección muy bajas, recuperación funcional y de la movilidad más rápida y vuelta a la normalidad (laboral, deportiva, lúdica, sexual) antes y en mejor estado.
“Podemos decir con rotundidad que hemos dejado muy atrás la famosa cirugía a corazón abierto para entrar en una nueva era donde podemos operar por pequeños orificios o a través de catéteres especiales que evitan muchas de las molestias y complicaciones de la gran cirugía abierta. En la actualidad, la moderna cirugía cardiaca ofrece la posibilidad de realizar una cirugía mínimamente invasiva o por catéter en una gran mayoría de los casos, manteniendo todos los estándares de seguridad para el paciente, los mejores resultados y la mayor calidad asistencial”, concluye.
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