MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
BBVA registró su récord trimestral de financiación sostenible, con cerca de 14.500 millones en el segundo trimestre de 2022, y ya supera la mitad de su objetivo de canalizar 200.000 millones hasta 2025.
Según informó BBVA este jueves, bate su récord en el segundo trimestre después de que en el primero ya registrara un nuevo máximo de financiación sostenible de 11.000 millones.
Desde 2018, cuando anunció su ‘Compromiso 2025’ en el que fijó inicialmente un objetivo de 100.000 millones de euros que posteriormente elevó hasta los 200.000 millones, el banco ha canalizado ya casi 112.000 millones. De esta cifra, un 77% se destinó a cambio climático y un 23% a crecimiento inclusivo.
Además, el 72% de la financiación se destinó a préstamos, el 19% a bonos, un 4% para fondos de inversión, y un 5% para ‘project finance’. Por segmentos, el 65% se canalizó a negocios mayoristas del grupo (CIB), el 19% a empresas, el 11% a minoristas y el 5% canalizado por la Fundación Microfinanzas BBVA.
En cambio climático, a 30 de junio de 2022, “destaca especialmente el buen comportamiento” de la financiación minorista relacionada con la eficiencia energética (hipotecas verdes, paneles solares y electrodomésticos eficientes), que se triplicó en el segundo trimestre respecto al del año anterior. Destacó también las cifras aportadas por Turquía, que duplica su movilización en eficiencia energética en comparación con el trimestre anterior de 2022.
La financiación minorista relacionada con la movilidad sostenible, que cuenta con líneas para la adquisición de vehículos híbridos y eléctricos, creció un 67% respecto al trimestre anterior. Colombia fue “fundamental” al canalizar más de una cuarta parte del total.
En financiación a empresas en movilidad sostenible, BBVA México multiplicó por siete sus cifras en relación con el mismo trimestre del año anterior.
En cuanto a crecimiento inclusivo, también se realizaron “grandes avances, especialmente en financiación de infraestructuras inclusivas”, como transportes colectivos no contaminantes, viviendas sociales o infraestructuras de salud, donde España representó un “papel importante” con una contribución aproximada del 90% sobre el total.
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