Señala que la contribución del sur global al colapso climático “es mínima si se compara con la del norte”, que asciende al 92%
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El último monográfico sobre sostenibilidad publicado por BBVA, centrado en las migraciones climáticas –desplazamientos de personas a causa de desastres naturales y temperaturas extremas–, señala la necesidad de acelerar la transición ecológica y hacer que sea justa, ya que actualmente “los que menos contaminan son los que más pagan los efectos” del cambio climático.
Uno de los datos recogidos en este nuevo monográfico, titulado ‘El desierto de las migraciones climáticas’, muestra que, de los 38 millones de desplazamientos internos (dentro de las fronteras de un mismo país) que se produjeron en 2021, 14,4 millones fueron consecuencia de conflictos y 23,7 millones se debieron a desastres naturales, según el ‘Informe Mundial sobre Desplazamiento Interno’ del Observatorio de Desplazamiento Interno.
En cuanto al tipo de catástrofes, los terremotos, los volcanes y los movimientos de tierra encabezan los impactos, seguidos de las tormentas, las inundaciones, los ciclones, los huracanes, los incendios y las sequías.
MÁS DE 170 MILLONES DE MIGRANTES CLIMÁTICOS EN 2050
Además, la entidad bancaria destaca que, de acuerdo con las previsiones del Banco Mundial, 17 millones de habitantes de América Latina podrían convertirse en migrantes climáticos para 2050 huyendo de la falta de alimentos, temperaturas extremas, tormentas y sequías prolongadas.
A ello hay que sumar 19 millones de personas en el norte de África y 86 millones en el África subsahariana –el continente que menos gases de efecto invernadero genera– y 49 millones en Asia Oriental y el Pacífico, donde actualmente se concentran la mayoría de los migrantes por razones climáticas.
El estudio ‘Huir del clima. Cómo influye la crisis climática en las migraciones humanas’, publicado por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y Greenpeace, dice que, si bien la intensidad de los fenómenos también condicionará a países más desarrollados, como los de Europa o Estados Unidos, las principales víctimas de la emergencia climática y de las migraciones son las personas más vulnerables.
De hecho, el monográfico de BBVA señala que “la contribución histórica del sur global al colapso climático es mínima si se compara con la del norte global, que ascendería a un 92%”.
Pese a ello -añade–, “las secuelas más devastadoras las sufren esos países” del sur, como evidencian los incendios que amenazan las comunidades amazónicas de Chile, el fenómeno climático conocido como El Niño en Perú o las inundaciones del noreste de Brasil.
GARANTIZAR LA PROTECCIÓN DE LOS DESPLAZADOS
Por otro lado, BBVA advierte de que los desplazados climáticos no solo se ven obligados a abandonar sus casas, sino que se encuentran con un vacío legal que no les cubre, especialmente cuando salen de sus países de origen.
Por ello, la directora general de CEAR, Estrella Galán, señaló, en un encuentro en 2021, que a los afectados por migraciones climáticas “se les debería conceder una autorización de permanencia por razones humanitarias y reconocer su condición de refugiadas” en España.
Por su parte, la investigadora y especialista en migraciones climáticas Rosalía Ibarra ve necesario un “instrumento internacional vinculante” para proteger a estas personas, para que se les reconozca un estatus jurídico específico, se garantice la protección efectiva de sus derechos humanos, se legalice su acogida y se instituyan derechos y obligaciones definidas, así como responsabilidades específicas para los Estados.
El monográfico también cita informes de la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes) sobre migraciones climáticas, según los cuales las personas con menores recursos, las mujeres, las niñas y los niños son “quienes se enfrentan con mayores obstáculos” por los impactos de la crisis climática y “quienes sufren mayores amenazas en los procesos migratorios y cuando no pueden o no quieren migrar”.
Así, la trata de niñas, niños y adolescentes, la desigualdad en la asistencia, las disputas por tierras y propiedades, la falta de alimentos o la violencia sexual y de género son algunas de las situaciones a las que se enfrentan muchos habitantes de los lugares donde se produce un desastre natural.
ACELERAR LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y HACER QUE SEA JUSTA
Para mitigar los riesgos asociados al cambio climático, BBVA considera fundamental “devolverle la ambición” al Acuerdo de París, cumpliendo el objetivo marcado de reducir a casi la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y limitar el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales.
“Llegamos tarde, pero estamos a tiempo, como advierten los científicos del IPCC” (Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático), “de un cambio inmediato y profundo en todos los sectores”, subraya la entidad bancaria.
Concretamente, apuesta por “acelerar la transición ecológica y asegurar que sea justa y sin dejar a nadie atrás”, emprendiendo “acciones ambiciosas” que impliquen a los gobiernos e instituciones públicas y privadas, la industria, las empresas, el sector financiero y la sociedad civil.
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