MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El Centro de Inserción Social (CIS) Victoria Kent en el que cumplen condena el extesorero del PP Luis Bárcenas y su esposa, Rosalía Iglesias, ha aprobado que no tengan que retornar al establecimiento penitenciario para dormir de lunes a jueves, cuando estaban obligados a regresar por la noche, y ha acordado que estén bajo control telemático.
La Junta de Tratamiento del CIS les ha modificado el tercer grado y ha concedido tanto a Bárcenas como a su esposa que no regresen a pernoctar al centro, según fuentes consultadas por Europa Press.
Se trata de una decisión aprobada directamente por el equipo técnico del CIS Victoria Kent, ubicado en Madrid, en aplicación del artículo 86.4 del Reglamento Penitenciario, que no necesitaba el visto bueno del Ministerio del Interior.
Ese artículo establece que “el tiempo mínimo de permanencia en el centro será de ocho horas diarias, debiendo pernoctarse en el establecimiento, salvo cuando, de modo voluntario, el interno acepte el control de su presencia fuera mediante dispositivos telemáticos adecuados proporcionados por la Administración Penitenciaria u otros mecanismos de control suficiente, en cuyo caso sólo tendrán que permanecer en el establecimiento durante el tiempo fijado en su programa de tratamiento para la realización de actividades de tratamiento, entrevistas y controles presenciales”.
En cualquier caso, según ha adelantado ‘El País’, Bárcenas y su esposa tendrán que pasar una vez al mes por el establecimiento penitenciario para que los técnicos evalúen que están cumpliendo el control telemático.
Bárcenas ha disfrutado de varios permisos penitenciarios desde que ingresó en la prisión madrileña de Soto del Real para cumplir la condena de 29 años y un mes por la primera época del ‘caso Gürtel’. Por su parte, Iglesias ingresó en la cárcel de mujeres de Alcalá-Meco para cumplir 12 años y 11 meses de condena.
Ambos disfrutan del tercer grado, aunque previamente, en diciembre de 2022, el Ministerio del Interior acordó aplicar a Bárcenas el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, lo que le permitió abandonar la cárcel para cumplir el resto de su condena en un CIS.
Bárcenas ingresó en prisión preventiva a mediados de 2013 y la abandonó bajo fianza el 22 de enero de 2015. Tras la sentencia de Gürtel, volvió a prisión en mayo de 2018. El tribunal estableció que el tiempo máximo de cumplimiento sería 12 años, que se corresponde con el triple de la pena más alta impuesta, en este caso, la de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública.
La decisión sobre la flexibilidad mediante el artículo 100.2, atendiendo a la propuesta inicial de la junta de tratamiento de Soto del Real, se ha adoptado una vez que el preso ha cumplido la mitad de la pena máxima que puede estar privado libertad.
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