MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha ayudado directamente a más de 15.000 ucranianos, a través de 292 proyectos, desde el comienzo de la invasión rusa en Ucrania. La ayuda total de ACN a Ucrania, en este año de guerra, asciende a más de 9,5 millones de euros, distribuidos por todas las diócesis del país, tanto las de rito latino como las greco-católicas.
Una gran porción de la ayuda de emergencia se ha centrado en ayuda existencial, que ha beneficiado a 7.500 personas, incluyendo sacerdotes, religiosas y religiosos, así como a trabajadores laicos de las diócesis. Según destacó ACN este viernes en un comunicado, “estos hombres y mujeres han permanecido en sus lugares de trabajo, a veces en situaciones muy peligrosas, manteniendo en marcha la vida y las actividades de la Iglesia, y atendiendo las necesidades espirituales y materiales de la población local”.
La fundación también ha asumido los gastos adicionales en las necesidades básicas de alimentos, atención sanitaria o energía para seminarios, parroquias y conventos que han abierto sus puertas a personas desplazadas que huían de la guerra. De esta manera, ha ayudado a 738 seminaristas, así como a la financiación de 231 reformas de cocinas y hornos portátiles, menaje doméstico y obras de adaptación para la atención de las familias desplazadas en parroquias, conventos, seminarios y otras instituciones eclesiales.
Durante los primeros meses de la invasión rusa, una gran oleada de desplazados internos se dirigió al oeste de Ucrania. ACN también ha proporcionado allí ayuda humanitaria a 2.300 desplazados, a través de las diócesis y congregaciones religiosas.
ALIVIO SOCIAL Y ESPIRITUAL
La Iglesia ucraniana ha puesto especial atención a las necesidades de niños y adolescentes, proporcionándoles momentos de formación y ocio, esenciales para un desarrollo saludable. ACN ha contribuido a este esfuerzo financiando actividades pastorales y campamentos de verano para 1.712 jóvenes en áreas seguras, lejos de las zonas de combate.
“Miles de voluntarios laicos, religiosas, religiosos y sacerdotes lo están dando todo para ayudar a sus hermanos y hermanas en dificultad. ACN, consciente del grave peligro que supone el agotamiento físico y espiritual, también ha financiado 16 proyectos de formación y retiros espirituales para 3.280 personas. La gran mayoría de los participantes en estas actividades han sido laicos y familias, 2.640 personas, frente a 640 religiosos y sacerdotes”, prosiguió la organización.
La llegada del invierno ha traído consigo la necesidad de calefacción. ACN ha logrado proveer 205 generadores de energía y 78 sistemas de asilamiento o calefacción a diferentes comunidades religiosas, permitiéndoles así permanecer en sus domicilios. A estos esfuerzos hay que añadir 31 proyectos de construcción o renovación para mejorar, reparar o ampliar edificios.
Además de todos estos proyectos, la fundación pontificia ha colaborado en la adquisición de 80 automóviles y furgonetas que fueron donados a diócesis, parroquias, seminarios y órdenes religiosas, entre otros, para prestar atención pastoral y distribuir suministros.
Como siempre, una parte muy importante de la ayuda de ACN se llevó a cabo a través de estipendios de misa, que ayudan a sostener a los sacerdotes en su trabajo diario. Estas misas son celebradas por las intenciones de los benefactores y, por supuesto, por el cese de hostilidades. Al menos 6.549 sacerdotes recibieron estos estipendios. ACN también ayudó en la compra de 130 equipos litúrgicos para que los sacerdotes pudieran celebrar la santa misa en diferentes situaciones y entornos, a veces durante los desplazamientos o en zonas de conflicto.
ACUDIR A UN SACERDOTE
El arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana, Sviatoslav Shevchuck, destacó la ingente labor de la Iglesia local, que está siendo un referente para toda la sociedad: “Cuando la gente tiene un problema, primero acude a un sacerdote”.
El prelado también subrayórecientemente a ACN, “De la Iglesia la gente espera comida y ropa, pero también una palabra de esperanza. La atención pastoral al pueblo es nuestra misión número uno: sobre todo, curar las heridas de las personas. Casi el 80% de la población necesita ayuda para superar sus traumas psicológicos, físicos y demás. Nuestra tarea como Iglesia es ayudar a curar las heridas de nuestra nación”.
El nuncio apostólico en Ucrania, Visvaldas Kulbokas, agregó: “Lo que más me preocupa es la gente que vive cerca de la línea del frente, que es bombardeada constantemente. Me han contado que, cuando visitan las regiones del frente, se encuentran allí a nuestros sacerdotes católicos más deprimidos y más cansados”.
ACN está al servicio de la Iglesia en Ucrania desde hace 70 años. En el año 2021 fue el segundo país más ayudado por ACN, con un total de 6,1 millones de euros. Desde el conflicto en el Donbás, año 2014, hasta el comienzo de la invasión rusa de Ucrania, ACN había financiado 2.729 proyectos para la Iglesia local ucraniana.
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