MADRID, 22 (Portaltic/EP)
Génova (Italia) ha implementado gemelos digitales a través del proyecto Enheritage, unas réplicas virtuales de los edificios históricos de la ciudad que permiten analizar en tiempo real el impacto del entorno sobre ellos, optimizar las estrategias de conservación y mejorar en la gestión turística para evitar saturaciones de zonas vulnerables y de alta contaminación.
Un gemelo digital o ‘digital twin’ es un modelo virtual que refleja un objeto físico, un proceso o un sistema y permite realizar simulaciones y predecir su rendimiento en tiempo real. De este modo, se utilizan para estudiar cómo estos sujetos se enfrentan a diferentes escenarios y fenómenos, con el objetivo de detectar riesgos y adaptar después las soluciones al producto real de forma eficiente.
Esta tecnología se ha consolidado como una herramienta necesaria para transformar la manera en la que se estudian los proyectos que ponen en marcha las organizaciones, ya que los resultados que proporcionan son clave para tomar decisiones más informadas y aplicarlas en casos reales.
No obstante, no solo se emplean en el ámbito empresarial, sino que también se puede utilizar para predecir el crecimiento y turismo de una ciudad, conocer a qué peligros medioambientales se expone o cuáles serán las infraestructuras que necesitará en un futuro.
Una de las ciudades que ha implementado el modelo de gemelos digitales es Génova, en Italia, cuyo legado arquitectónico enfrenta serias amenazas por factores como la contaminación, el turismo masivo y el cambio climático, que están acelerando su deterioro.
Tanto es así que algunos de sus edificios más representativos, como las Strade Nuove y los Palazzi dei Rolli -reconocidos por la UNESCO en 2006- están viendo cómo sus piedras se oscurecen por el carbono negro del tráfico, sus fachadas se desgastan por la lluvia ácida y sus estructuras están comprometidas por la humedad y los cambios bruscos de temperatura. Con todo ello, la contaminación está fomentando la aparición de hongos y líquenes.
Para proteger su patrimonio histórico, la ciudad ha implementado esta tecnología a través del proyecto Enheritage, en el que el proveedor de servicios de telecomunicaciones Libelium ha trabajado en junto con la desarrolladora de ‘software’ y tecnología de Inteligencia Artificial (IA) Darts Engineering.
Concretamente, el sistema desarrollado en Génova integra sensores IoT de Libelium junto con tecnología satelital y algoritmos predictivos para ofrecer una visión detallada del estado de los comentados edificios históricos, que datan de los siglos XVI y XVII.
De ese modo, los sensores de Libelium recogen datos medioambientales como los gases contaminantes (SO2, O3 y NO2), partículas en suspensión PM1, PM2.5 y PM10, carbono negro, humedad, temperatura y pluviometría con el sistema Smart Rainfall System (SRS) para medir el impacto de la lluvia en la erosión de los materiales.
Por otro lado, se han desarrollado mapas de calidad del aire en tiempo real, que permiten visualizar cómo la contaminación afecta a los monumentos, además de que se han puesto en marcha modelos algorítmicos satelitales y meteorológicos integrados, que permiten detectar patrones y predecir amenazas futuras.
Además de realizar un seguimiento pasivo del deterioro del patrimonio, estos modelos digitales proporcionan mapas interactivos de la calidad del aire en tiempo real. De ese modo, las ciudades que los implementen ya no tienen que esperar años para observar los efectos de los daños ambientales, sino que pueden intervernir antes de que se produzcan daños irreversibles, fomentando la sostenibilidad y conservación de las infraestructuras.
UN EJEMPLO A SEGUIR
Este proyecto, finalista en los World Smart City Awards 2023 en la categoría de Enabling Technology, demuestra el potencial de los gemelos digitales para la conservación de patrimonio y se posiciona como modelo a seguir para otras ciudades como Venecia, Praga o Toledo, que también luchan por preservar su historia frente a las amaneazas del siglo XXI.
Asimismo, los gemelos digitales combinados con IoT tienen el potencial de ser implementadas en regiones vulnerables al cambio climático, donde fenómenos extremos como lluvias torrenciales pueden dañar infraestructuras patrimoniales y edificios históricos.
- Te recomendamos -