El pacto incluye el entrenamiento de las fuerzas armenias por parte de París
MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de Armenia y Francia han firmado un contrato para la adquisición de armas francesas, principalmente fusiles de francotirador, y han llegado a un acuerdo para la puesta en marcha de un programa de entrenamiento de las fuerzas armenias, una medida que podría provocar un aumento de la tensión con Azerbaiyán.
“Armenia ha decidido modernizar su Ejército y utilizaremos todos los medios a nuestro alcance, también la ayuda de nuestros socios. Se trata de usar todas las herramientas de paz posibles para defender nuestras fronteras”, ha aseverado el ministro de Defensa armenio, Souren Papikián, durante una rueda de prensa tras mantener un encuentro con su homólogo francés, Sébastien Lecornu, en Ereván.
Así, ambos han explicado que estas armas serán fabricadas por la empresa francesa PGM Précision, que entregará fusiles de alta precisión similares a los que utiliza el Ejército francés, si bien no han dado detalles sobre el precio.
Papikián ha señalado que “Armenia está comprando armas y munición con el fin de proteger su integridad territorial y soberanía”. “Las armas compradas no implican agresión alguna contra otro país”, ha dicho, según ha recogido la agencia armenia de noticias Armenpress.
En este sentido, ha alertado de que Ereván se enfrenta a “peligros”, algo que “no se puede negar”, y ha expresado que estos riesgos “son visibles”. “Independientemente del tratado de paz que firmemos en el futuro, las fuerzas de seguridad de Armenia deberán seguir adquiriendo armamento”, ha puntualizado.
“Es nuestro deber cooperar tanto con Francia como con Irán, y todo el mundo debe tomar nota de esto”, ha aseverado Papikián antes de hacer hincapié en que los socios franceses “respetan la cooperación con estos socios”. “Pedimos a Rusia que haga lo mismo porque Armenia no tiene tabú alguno a la hora de cooperar con diferentes países”, ha añadido
Las autoridades francesas se han comprometido además a entregar a soldados armenios en la Academia de Saint Cyr Coetquidan, cerca de la ciudad de Rennes, y ha ofrecido su apoyo en este terreno. Además, está previsto que París ofrezca la ayuda de asesores militares especializados en defensa para ayudar a Armenia a “protegerse ante posibles ataques de agresores contra civiles”.
Por su parte, el ministro de Defensa francés ha incidido en que el país está “preparado para entregar misiles a Armenia en caso de que sea necesario” y ha aclarado que “nadie puede criticar a Armenia por querer desarrollar sus capacidades militares”. “Este contrato es importante para garantizar la protección de la población armenia y sus fronteras”, ha sostenido.
Francia se ha ido consolidando como un aliado clave de Armenia, país con el que se ha comprometido incluso en términos de ayuda militar, por lo que las autoridades de Azerbaiyán han cuestionado que pueda seguir ejerciendo de mediador en las negociaciones de paz abiertas por el conflicto de Nagorno Karabaj.
Azerbaiyán logró recuperar el control de la región de Karabaj tras una ofensiva lanzada en septiembre, cuyo acuerdo de alto el fuego incluye el desarme de grupos armados, la retirada de militares armenios –si bien Ereván niega que estén desplegados en la zona– y la reintegración del territorio en Azerbaiyán.
Nagorno Karabaj es un territorio de unos 4.400 kilómetros cuadrados en el Cáucaso Sur que, hasta la última ofensiva militar azerí contaba con mayoría armenia y había estado más de tres décadas bajo control de fuerzas proarmenias, pese a que la comunidad internacional reconocía la región como de soberanía azerí.
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