BRUSELAS, 20 (EUROPA PRESS)
La Unión Europea ha lanzado oficialmente este lunes la misión civil en Armenia para estabilizar la frontera con Azerbaiyán, escenario de tensiones durante 2022 y de una ofensiva de Bakú que reavivó el conflicto de Nagorno Karabaj.
La operación consiste en el despliegue de un centenar de observadores civiles, la mitad de ellos armados, con sede en la ciudad de Yeghegnadzor. Al frente estará el mando policial alemán Markus Ritte, con experiencia previa en misiones europeas de seguridad en Kosovo y con la agencia Frontex.
El objetivo de la misión es contribuir a la estabilidad en las zonas fronterizas de Armenia, generar confianza sobre el terreno y garantizar un entorno propicio para los esfuerzos de normalización entre Ereván y Bakú, ha destacado el Consejo en un comunicado sobre la decisión alcanzada por los Veintisiete.
Consistirá en patrullaje rutinario y vigilancia de la situación en el terreno, lo que llevará a tener una perspectiva más completa del conflicto y busca contribuir a ayudar a los esfuerzos de mediación conducidos por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
CRÍTICAS DESDE RUSIA
Tras el anuncio de esta misión civil, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, ha reprochado que la Unión Europea está tratando de “hacerse un hueco” en Armenia “por cualquier medio” y centrándose específicamente en objetivos geopolíticos, recoge la agencia rusa TASS.
“Vemos en estos intentos un trasfondo exclusivamente geopolítico, alejado de los intereses de una normalización real de las relaciones en Transcaucasia. Se está haciendo todo lo posible para sacar a Rusia de la región y debilitar su papel histórico como principal garante de la seguridad”, ha denunciado Zajarova.
En la misma línea, la portavoz de la diplomacia rusa ha aprovechado la ocasión para recriminar al bloque europeo su falta de éxito en este tipo de misiones, recordando en este punto “los esfuerzos de mediación y la misión de la Unión Europea en la provincia serbia de Kosovo”.
Finalmente, Zajarova ha ensalzado la labor de Rusia para rebajar las tensiones entre Armenia y Azerbaiyán, pues dice incluyen no solo a representantes políticos de ambos países, sino que Moscú también impulsa “contactos entre la población, expertos, círculos religiosos y parlamentarios de los dos países”.
Armenia y Azerbaiyán pactaron un alto el fuego el 15 de septiembre y a principios de octubre acordaron comprometerse con la Carta de la ONU y con la Declaración de Alma Ata de 1991, a través de la cual ambos países reconocen la integridad territorial y la soberanía del otro.
Los dos países han protagonizado diversos enfrentamientos durante los últimos años en torno al control de Nagorno Karabaj, un territorio con población mayoritariamente armenia que es foco de conflicto desde que decidiera separarse en 1988 de la región de Azerbaiyán integrada en la Unión Soviética.
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