Pashinián dice que Bakú mantiene “una política de coacción militar” y que Azerbaiyán “no muestra interés en garantizar la estabilidad”
MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, ha acusado este jueves a Azerbaiyán de estar intentando desencadenar “una guerra a gran escala” y ha criticado los disparos “masivos” efectuados el martes por Bakú contra una posición en el sureste del país, que se saldaron con cuatro militares armenios muertos.
Pashinián, que ha expresado sus condolencias a los familiares de los muertos por las “acciones agresivas” de Azerbaiyán, ha recalcado que Ereván se había comprometido a investigar las denuncias de Bakú sobre un militar herido un día antes por disparos en la zona y ha reiterado que hay “una orden clara” de “no permitir violaciones del alto el fuego ni caer en provocaciones”.
“La descripción de los acontecimientos muestran que las intenciones de Azerbaiyán siguen siendo las mismas: mantener una política de coacción militar a Armenia. Nuestra impresión es que Azerbaiyán no muestra interés alguno en garantizar la estabilidad y la seguridad en la frontera”, ha sostenido.
De esta forma, ha dicho que Bakú estaría intentando “iniciar operaciones militares en algunas partes de la frontera con la intención de convertir la escalada militar en una guerra a gran escala contra Armenia”. “Esta intención pude ser vista en todas las afirmaciones y acciones por parte de Bakú”, ha reseñado.
Así, ha señalado que las partes habrían acordado en 2022 “incluir los asuntos de seguridad fronteriza en el mandato de las comisiones de demarcación”, al tiempo que ha incidido en que las autoridades azeríes mantienen una postura de “dame lo que quiero a través de negociaciones o, si no, lo lograré con la guerra”.
“Azerbaiyán habla de forma regular de los territorios de cuatro localidades mientras se niega a aceptar que los territorios vitales de 31 localidades de Armenia están bajo ocupación azerí”, ha argumentado Pashinián, que ha defendido que la postura de Ereván es “muy constructiva”, según un comunicado publicado por su oficina a través de su página web.
En este sentido, el primer ministro armenio ha argüido que Ereván defiende que “para que las tropas se retiren de las posiciones actuales, es necesario reproducir en un mapa y sobre el terreno la frontera entre Armenia y Azerbaiyán”, al tiempo que ha reseñado que “si hay tropas más allá de la línea fronteriza, tendrán que retirarse a la frontera que sea demarcada”.
“Bakú está intentando formular la situación de una forma en la que las tropas azeríes no se retiren de los territorios de 31 localidades de Armenia. No es una postura constructiva”, ha criticado, antes de reiterar que Armenia “está dispuesto” a lograr “soluciones concretas a partir de principios ya acordados”.
“Estamos incluso de acuerdo con llevar a cabo una demarcación región por región, reproduciendo la frontera en cada sector, tras lo que se llevaría a cabo el ajuste de las posiciones de las tropas a partir de una frontera reproducida antes de avanzar al siguiente sector, dejando los asuntos de los exclaves para la última etapa”, ha sostenido.
Por ello, Pashinián ha afirmado que “hay dos opciones”, que son “demarcar toda la frontera y proceder a su aplicación” o “dividir la frontera en piezas y proceder a la demarcación por etapas”. “Ambas son aceptables, pero Azerbaiyán parece estar evitando también esta opción”, ha apostillado el primer ministro armenio.
Este enfrentamiento fronterizo es el más grave entre los dos países desde la reintegración de la región de Karabaj en Azerbaiyán tras una ofensiva militar relámpago en septiembre de 2023. Hasta entonces la zona, de mayoría armenia, había estado más de tres décadas bajo control de fuerzas proarmenias pese a que la comunidad internacional reconocía la región como de soberanía azerí.
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