Nezar fue imputado por presuntos crímenes contra la humanidad en el marco de la guerra civil en Argelia
MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Argelia ha criticado la postura “revisionista” de la Justicia suiza después de que la Fiscalía General de Suiza imputada el martes al exministro de Defensa argelino Jaled Nezar por presuntos crímenes contra la humanidad cometidos en el marco de la guerra civil en Argelia, que tuvo lugar entre 1992 y 2002.
El ministro de Exteriores argelino, Ahmed Attaf, ha trasladado a su homólogo suizo, Ignazio Cassis, que “la Justicia suiza lleva a cabo una lectura revisionista de la historia del país durante los años noventa” y ha descrito las acusaciones contra Nezar como “escandalosas e infundadas” debido a “falsificaciones tan flagrantes que las desacreditan”.
Así, ha subrayado que “la independencia de la Justicia no justifica la irresponsabilidad de un sistema judicial que se arroga el derecho absoluto de juzgar las políticas de un Estado soberano e independiente”, según un comunicado publicado por el Ministerio de Exteriores argelino a través de su cuenta en la red social Facebook.
Attaf ha hecho hincapié en que “desde el inicio de este caso, Argelia ha tenido una convicción que no ha hecho más que reafirmarse con el tiempo sobre que la Justicia suiza ha dado con mucha ligereza una tribuna a los terroristas, sus aliados y los que los apoyan para intentar desacreditar el honorable combate del país contra el terrorismo y provocar oprobio a los que le hicieron frente y manchar la memoria de los que cayeron luchando contra él”.
Por ello, ha incidido en que “la comunidad internacional en su conjunto reconoce la lucha heroica y solitaria llevada a cabo por Argelia contra el terrorismo en los años noventa”. “El papel y experiencia de nuestro país en este tema ha servido de apoyo y ha sido solicitado a nivel regional e internacional”, ha valorado.
El ministro de Exteriores argelino ha reseñado además que “Argelia es el principal defensor a nivel de la Unión Africana (UA) sobre la prevención y la lucha contra el terrorismo” y ha lamentado que “la totalidad del planeta reconoce que Argelia luchaba contra el terrorismo, a excepción de la Justicia helvética”.
Por otra parte, ha destacado “la valentía del combate en solitario llevado a cabo por Argelia contra el terrorismo” y ha reiterado sus críticas contra el hecho de que “una organización de antiguos terroristas y sus aliados hayan utilizado la Justicia suiza para abrir un proceso contra el Estado argelino”.
A pesar de ello, Attaf ha dicho que “la gratitud de Argelia a Suiza sigue intacta por su papel en la recuperación del país y su independencia”, si bien ha alertado de que “este asunto atenta contra los límites de lo admisible y lo tolerable”, por lo que el Gobierno argelino “está decidido a considerar todas las consecuencias, incluidas aquellas que están lejos de ser deseables para las relaciones suizo-argelinas”.
De esta forma, el Ministerio de Exteriores argelino ha revelado que Attaf ha trasladado a Cassis su “esperanza” de que “se haga todo lo posible para evitar que este asunto conduzca las relaciones entre Argelia y Suiza por el camino de lo indeseable y lo irreparable”.
LAS ACUSACIONES CONTRA NEZAR
La Fiscalía suiza afirmó el martes que Nezar está acusado de violar las leyes de guerra por acciones cometidas entre 1992 y 1994, cuando era titular de la cartera de Defensa y miembro del Alto Consejo de Estado.
Así, recalcó que “como mínimo tuvo conocimiento y autorizó, coordinó e incitó la tortura y otros actos crueles, inhumanos o humillantes, las agresiones físicas y psicológicas, las detenciones arbitrarias y ejecuciones extrajudiciales”, antes de afirmar que la imputación llega tras unas investigaciones “complejas”.
La Fiscalía General recordó que Nezar, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, fue nombrado ministro de Defensa en 1990, tras lo que se hizo cargo de las fuerzas de seguridad y posteriormente de los servicios secretos.
Bajo su liderazgo, el Ejército publicó un memorando con un plan de acción para una campaña armada contra la oposición islamista, encabezada por el Frente de Salvación Nacional (FIS), que se materializó después de que la formación se impusiera en la primera ronda de las parlamentarias de 1991, lo que llevó al Gobierno a suspender la segunda vuelta.
La decisión de las autoridades llevó a facciones del FIS a adoptar la lucha armada en 1992, lo que derivó en un conflicto que tuvo su apogeo entre 1992 y 1999, periodo conocido como ‘La década negra’ y que se saldó con alrededor de 200.000 muertos, 20.000 desaparecidos y cerca de 1,5 millones de desplazados.
La organización no gubernamental TRIAL International presentó una demanda en 2011 contra Nezar, quien entonces residía en el país europeo. El exministro fue arrestado en Ginebra ese mismo año y fue liberado dos días después, tras lo que se desplazó a Argelia, donde vive en la actualidad.
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