Presenta su libro ‘Paisajes’ y lamenta que un “siglo de figuración” no esté mostrada en el Museo Reina Sofía: “A mi eso no me gusta”
MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El pintor Antonio López se ha referido este jueves a la ausencia de su retrato de la Familia Real de la futura Galería de Colección Reales, que reserva una planta a los Austrias y otra a los Borbones. “A mi me lo encargaron, lo hice, el placer fue hacerlo, me lo pagaron, y es de ellos, no es mío, yo ahí no puedo hacer nada”, ha dicho sin querer abundar más en el asunto.
El cuatro titulado ‘La Familia de Juan Carlos I’, en el que aparecen los ahora reyes eméritos con sus tres hijos, fue un encargo realizado a finales de 1993 por Patrimonio Nacional al maestro manchego que, tras 20 años dedicado al trabajo, lo culminó el 5 de noviembre de 2014. A partir del 1 de junio de 2018, el lienzo fue colocado de forma permanente en el Salón de Albarderos del Palacio Real de Madrid.
Paralelamente, la construcción de una Galería de Colecciones Reales, surgida inicialmente durante la Segunda República, se retomó en 1998, cuando la Comisión Delegada para Asuntos Culturales del Gobierno aprobó el proyecto. Veinticinco años después, el nuevo museo abrirá sus puertas este verano, coincidiendo con la Presidencia española de la UE, y en su exposición inaugural exhibirá 650 piezas, algunas tan emblemáticas como ‘Caballo Blanco’, de Velázquez.
Entre ellas, no estará el mencionado retrato de Antonio López a la entonces familia real, tal y como confirmaron los responsables de la Galería a finales del año pasado. “Si yo estuviera seguro, completamente seguro, como estoy seguro de que Velázquez es bueno, de que lo mío es muy bueno, yo protestaría seguramente. No por mi, por los demás, para que no privaran a los demás de la contemplación de una cosa de valor, pero es que yo no estoy seguro de que lo mío sea muy bueno. No estoy seguro”, ha añadido el artista en una entrevista con Europa Press sin querer comentar nada más al respecto.
López ha presentado este jueves ‘Paisajes’ (Artika), una publicación que persigue mostrar el mundo interior del pintor a través de su forma de ver y plasmar la realidad.
Durante la conversación con Europa Press, el maestro realista también ha lamentado que “un siglo” de figuración no esté mostrado en el Museo Reina Sofía, en relación a que no se exhiben, no solo obras suyas o de artistas coetáneos a él, sino también las de su tío Antonio López Torres.
“A mi eso no me gusta, pero como no puedo demostrar el valor de todo eso, es un rollo hablar de todas esas cosas porque está todo contaminado de palabras, expresadas como yo o palabras escritas, es un aburrimiento, yo estoy harto”, ha dicho en tono jocoso. En cualquier caso, ha dejado claro que la pinacoteca tiene piezas suyas, aunque no las muestre en este momento, y que sí lo ha hecho en otras etapas.
“Lo que hay que hacer es buenos trabajos y que sea lo que Dios quiera, vamos a confiar en nuestra sociedad. Si no es el Reina Sofía serán otras gentes, este libro está aquí. Hay muchos espacios posibles”, ha remachado.
Sobre la marcha del hasta ahora director del museo, Manuel Borja-Villel y su gestión, ha preferido no entrar porque “no sirve de nada”. “Hay gente contenta y gente que no lo está. ¿Qué haces? ¿Quién va a venir ahora? ¿Va a ser más a favor de lo que nosotros hacemos o de lo que hacen otros? ¿Cómo va a ser la cosa?”, se ha preguntado.
Aunque Antonio López ha presentado su libro coincidiendo con la celebración de ARCO 2023 y, aunque no va a visitar la feria, la ha alabado. “Ya tengo ARCO con Madrid todo el años –ha reflexionado–. Las obras hay que mostrarlas como son necesarios los restaurantes, las casas de prostitución, el hombre tiene muchas necesidades, los pintores muchas necesidades. Antes la pintura estaban en los templos, en las calles, ahora ¿donde están las pinturas y las esculturas? Tiene que haber un sitio para mostrar lo que hacemos los pintores. ARCO, pues me parece muy bien”.
En este contexto y en relación a los precios de las obras de arte, especialmente el contemporáneo, de los que se suele hablar durante la celebración de la feria, se ha mostrado rotundo respecto a si vale tanto dinero, asegurando que “el bueno sí”. “No me refiero al mío. Como no, claro, muchísimo dinero, no hay dinero para pagarlo porque lo necesitamos como necesitamos a los que nos cuidan, a los médicos, la ciencia, es algo que nos ayuda a vivir, es bueno”, ha comentado.
El artista también considera que hay una “sobreabundancia” de pintores en la época actual, aunque defiende su existencia. “Tampoco vas a prohibir que la gente pinte”, ha dicho para defender que a lo mejor una persona sin estudios ni título puede hacer los mejores cuadros porque “la pintura se hace con el sentimiento”.
En este sentido, considera que hay “muchísima” pintura, a veces muy buena, desde la mitad del siglo XIX hasta la modernidad. “Se han hecho unos trabajos magníficos, muy personales, como no se han hecho hasta ahora. Somos libres de hacer lo que queríamos y eso no había ocurrido nunca. El trabajo se hacía por encargo desde la Prehistoria. Eso hace que todo el mundo pueda entrar en ese espacio”, ha apuntado.
El pintor realista se ha implicado en la creación de ‘Paisajes y sus escritos son la “clave” para acceder a su mundo privado, según la editorial, que recuerda que la publicación abarca desde sus años de formación hasta los cuadros en los que todavía está trabajando.
Por decisión del artista, ‘Paisajes’ abarca un siglo de artey vida. Su orden cronológico arranca en 1917. La razón está en que la obra incorpora dos presencias muy importantes en su vida: su tío, el pintor Antonio López Torres, y su mujer, María Moreno, también pintora.
“Este libro va unido a María y a mi tío. Crean una amplitud, desde los años 20, que son las primeras obras de mi tío hasta nuestra época, que es más de un siglo, entre mi tío y nosotros. La última parte del libro son las cosas que estoy haciendo en este momento, a mi me parece un libro verdaderamente precioso”, ha explicado Antonio López que también ha defendido que su generación es “la generación de los libros en relación al conocimiento del arte” porque viajaban poco y, por eso, se familiarizó con la pintura a través de los libros.
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