MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Los exatletas españoles Abel Antón y Martín Fiz se mostraron encantados por que este domingo en Atenas se vaya a rememorar el 25 aniversario de su histórico doblete en el maratón del Mundial de 1997, una época en la que la que España era, según ellos, “la Armada invencible” de la disciplina larga gracias a ambos.
En una iniciativa de Banco Santander, el soriano y el vitoriano, embajadores de Sports Santander, estarán en la capital griega recordando lo que fue una de las páginas más gloriosas para el atletismo nacional, aunque Fiz, plata ese día, confirmó que solo podrá correr los metros finales por una lesión en el sóleo.
“Esto hace 25 años habría sido drama, ahora es una pena. La idea es esperarle en los últimos 300 metros y espero que después de 42 kilómetros no me vuelva a ganar y entremos de la mano para rememorarlo de forma amistosa”, indicó Fiz este jueves con una sonrisa durante la presentación de la iniciativa junto a Antón y a Felipe Martín, director de Medios, Marketing on-line y Patrocinios de Banco Santander.
El soriano, que arrebató ese verano el trono mundial al vasco, consideró “una oportunidad” poder volver al Estadio Panathinaikos donde vivieron “algo muy bonito y que parece difícil que vuelva a ocurrir en el maratón español”. “Para mí, en esos ocho años, España estaba en lo más alto y nos decían la ‘Armada’ invencible porque si no era Martín era yo”, recordó el castellano-leonés, que dos años después reeditaría su oro en Sevilla.
Fiz dio las gracias a Banco Santander “por rememorar esta hazaña histórica” de un día cuyas imágenes aún le resultan “bastante duras”. “Intentaba ganar. Éramos los dos más fuertes y competitivos ese día, pero sufrí el desgaste físico y, sobre todo, el psicológico, sabedor de que era más rápido que yo. Fue agridulce, era ver que una persona que vive a 300 kilómetros de mi ciudad iba a ser mi máximo rival. Ahora volvemos con otra idea y como rivales y amigos”, relató.
El vitoriano reconoció que “sí” que habló durante la carrera con su compatriota, pero que se hizo “bastante el sordo” al decirle que “tirase” para descolgar a Steve Moneghetti, pero prefirió ir detrás porque tenía “flato”. “El de delante tiene más desgaste físico porque el de atrás aguanta el ritmo. Y también mental porque si miras mucho detrás parece que estás debilitado. No cambiaría la táctica y si lo hubiese hecho sabiendo que iba a ser mi máximo rival, él hubiera ganado igual”, añadió.
“Martín era mi rival en Atenas, era el mejor del mundo y el campeón, era mi referencia y por eso fui detrás de él, le tenía que aguantar. Sabía que a partir del kilómetro 40 tenía yo más ventaja y él lo sabía también. Se puso a tirar en una prueba muy difícil porque son muchos kilómetros cuesta arriba y si no me dejaba lo tenía muy difícil y lo sabía. Fue táctica de carrera, ir a rueda no significa tanto como en otros deportes como el ciclismo. Su fuerte era subir y me tenía que dejar de alguna manera, desde el kilómetro 25 íbamos solos y era uno contra el otro”, detalló Antón.
El soriano, que dio el “paso” al maratón por el vitoriano, insistió en que iba “justo” aquél día. “Y no me merecía la pena tirar, iba en contra de mis intereses, el tirar me suponía que luego pudiera tener un problema físico”, admitió.
UNA RIVALIDAD “SIEMPRE BUENA”
Y de ese duelo nació “una rivalidad siempre buena en todos los deportes”, según Fiz. “La gente todavía se queda con nuestra imagen, pero somos rivales y amigos. El otro día iba corriendo por Central Park en Nueva York y me paró un grupo de italianos y me dijo: ‘Hombre, Abel Antón”, apuntó entre risas.
El castellano-leonés tampoco esconde que en aquella época pudo haber “un poco de crispación y rivalidad”. “A los medios les interesaba un poco ese pique. Todos querían ese enfrentamiento en el Mundial de Sevilla y estábamos mucho en los medios. También hay muchos que te dicen que empezaron a correr porque nos vieron en aquella época”, subrayó.
Ahora, el maratón español no ha vuelto a tener dos figuras similares. “Los españoles no son malos, corren en 2:06, 2:07, que son marcas muy buenas, pero antes el récord del mundo era 2:05 y en las carreras con dificultad al atleta africano no les iba tan bien el calor y humedad. Ahora Kipchoge corre en 2:01 y hay mucha diferencia con los africanos”, aclaró Antón. “No éramos de buscar récords del mundo, tácticamente corríamos mejor que los africanos, pero en carreras comerciales era más difícil ganarles”, agregó Fiz.
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