MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
La gimnasia española acudirá repleta de optimismo a los Juegos Olímpicos de París, una cita en la que por primera vez en su historia tendrá representación en todas las modalidades y donde la selección de rítmica y Ray Zapata parten como las principales opciones para conseguir subir al podio.
España contará con un total de 17 deportistas en la capital francesa, una delegación histórica y que sirve para confirmar el gran trabajo realizado en este corto ciclo de tres años para tomarse la revancha de lo sucedido en Tokio donde sólo estuvo representada en la modalidad de artística.
Ahora, en cambio, sólo una potencia como China le supera en número de representantes en la gran cita deportiva por antonomasia y el único lunar de la delegación es la ausencia del equipo femenino de artística, mientras que en el lado positivo está la presencia por fin en gimnasia acrobática, y además por partida doble.
La gimnasia, uno de los deportes que ha formado parte siempre del programa olímpico, ha aportado ocho medallas olímpicas a España, cinco en artística y tres en rítmica, y tiene en su haber a uno de los pocos deportistas nacionales que pueden presumir de dos oros, Gervasio Deferr, campeón en salto en Sydney 2000 y Atenas 2004. En Tokio, logró una plata gracias a Rayderley Zapata, de nuevo opción en París.
El hispano-dominicano afronta su tercera cita olímpica consecutiva con ganas de volver a subirse al podio en la modalidad de suelo, donde esta vez no apostará por ejercicios innovadores como los denominados ‘Zapata I’ y ‘Zapata II’, pero a donde va con la ambición de estar en tres finales, la de suelo, la de salto y con el equipo, donde también tiene previsto ayudar en las anillas.
Zapata, bronce mundial en suelo en 2015, acude a París ya más maduro a nivel deportivo y sin la presión excesiva de ganar una medalla que conquistó hace tres años, aunque sabedor de que debe acercarse al nivel mostrado en Tokio para tener opciones de pelear por el podio.
Además, una lesión muscular le ha impedido probarse en citas de la Copa del Mundo y en el pasado Europeo, mientras que en los últimos Mundiales no se pudo clasificar para las finales de suelo, aunque su puntuación en 2023 fue bastante alta pese a errores en la recepción que debe de mejorar.
El resto del equipo masculino, que repite presencia tras ser duodécimo en Tokio, será el compuesto por Néstor Abad, en sus terceros Juegos, Thierno Diallo, bronce continental en 2023 en paralelas, Joel Plata y Nicolau Mir, con el objetivo de hacer historia y meterse por primera vez en la final olímpica.
Por su parte, a nivel femenino, esta vez no habrá representación por equipos, pero sí de buen modo en la competición individual con la participación de Ana Pérez, que se perdió la cita de Tokio por una grave lesión en los dos tobillos y que sí estuvo en Rio 2016, Laura Casabuena y una Alba Petisco que tiene la experiencia ya de la capital japonesa.
El objetivo de todas ellas será ofrecer buenos ejercicios para aspirar a la final del concurso general algo que sólo consiguió Elena Gómez en Atenas 2004, y que pudo disfrutar Casabuena en el Mundial de 2022 donde fue vigesimocuarta. Patricia Moreno, bronce en suelo en la capital griega, ha dado la hasta ahora única medalla olímpica de la artística española femenina.
LA RÍTMICA BUSCA EL PODIO
En cuanto a la gimnasia rítmica, España se ha desquitado de su ausencia hace tres años y competirá en París tanto en la modalidad de equipos, donde es firme candidata al podio, como a nivel individual, con el añadido de hacerlo con dos gimnastas, Polina Berezina y Alba Bautista, por lo que consigue por primera vez desde Sydney 2000 completar el cupo de participantes en unos Juegos Olímpicos.
Para el equipo que capitanea Alejandra Quereda, la cita de la capital francesa se presenta como una revancha después de la dura decepción que supuso su ausencia hace tres años en Tokio y después de haberse proclamado subcampeón olímpico en Río de Janeiro en 2016.
La alicantina formaba parte de ese conjunto que, junto a Sandra Aguilar, Lourdes Mohedano, Elena López y Artemi Gavezou, rozó la medalla de oro y ahora lidera a una nueva hornada de gimnastas que aspira a volver a sumar una nueva presea para este deporte, la cuarta tras la individual de Carolina Pascual en 1992, las históricas ‘niñas de oro’ de Atlanta’96 (Marta Baldó, Nuria Cabanillas, Estela Giménez, Lorena Guréndez, Tania Lamarca y Estíbaliz Martínez) y la mencionada en Brasil.
Quereda ha formado un buen grupo con Inés Bergua, Mireia Martínez, Salma Solaun, Ana Arnau y Patricia Pérez, con las que ya ha logrado situar a la rítmica española en los podios de las principales competiciones de este corto ciclo de tres años. De todas ellas, sobresalen el oro en el ejercicio mixto que se hará en París (3 cintas y 2 pelotas) del Europeo de hace unos meses para este ciclo, y los dos bronces mundiales de 2022 y 2023.
Además, España tendrá doble representación en la competición individual gracias a Polina Berezina y Alba Bautista, algo que no se conseguía desde los Juegos de Sidney del año 2000 con la mítica Almudena Cid y Esther Domínguez.
Ambas lograron su billete en el Mundial del año pasado de Valencia, donde Berezina fue sexta y pudo por fin cerrar su sueño olímpico con 26 años después de no lograr clasificarse para Río de Janeiro y para Tokio. Bautista, de 21 años, por su parte, fue decimosexta en la capital del Turia.
ESTRENO DE LA GIMNASIA EN TRAMPOLÍN.
Y el pleno de la gimnasia española en la capital francesa se completará con la participación por primera vez en unos Juegos Olímpicos en la modalidad de trampolín, con Noemí Romero en la competición femenina y David Vega en la masculina.
Ya sólo la clasificación de ambos es todo un éxito porque el sistema clasificatorio de este deporte es muy exigente y sólo da billete olímpico a 32 deportistas, 16 hombres y 16 mujeres. Romero, 15 del ranking mundial, competirá en París avalada por su bronce continental de hace unos meses, una cita donde Vega, número 25 del mundo, también se subió al podio, en su caso en la competición por equipos con otro bronce, que añadió a una plata mundial en 2023, también en conjuntos.
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