MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, defendió este viernes “la revisión” que, a su juicio, necesita la Ley Integral contra la violencia de género”, y avanzó que su renovación “será uno de los grandes proyectos de la legislatura”.
Redondo expresó esta idea en declaraciones previas al acto conmemorativo del XX aniversario de la Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, celebrado hoy en la sede del ministerio.
Durante el evento, indicó que la norma, que mañana cumple 20 años desde su publicación en el BOE, fue “revolucionaria, pionera y una referencia internacional”.
Contribuyó a “generar un cambio de conciencia y a evolucionar desde una cultura machista hacia una cultura de la igualdad”. “Sirvió también para romper el silencio y la vergüenza” y para “sacar del ámbito privado un problema estructural”.
Destacó el gran consenso con que salió adelante (325 votos a favor y ninguno en contra) y apeló a los grandes acuerdos de cara a su renovación. “De los grandes consensos políticos, basados en grandes consensos sociales, llegan los grandes cambios”, sostuvo. Por ello, agradeció la presencia en el acto de representantes de casi todos los grupos parlamentarios, “con independencia de su ideología”.
PACTO DE ESTADO
En esta línea, afirmó que “la renovación del Pacto de Estado contra la violencia de género, en la que ya estamos trabajando, nos permitirá abrir nuevos marcos para actualizar la ley integral”, a fin de “dar respuesta a las nuevas violencias” y retos a que “nos enfrentamos”.
Entre estas, citó la violencia vicaria, “dramática este año, con nueve niños asesinados”; la violencia económica, “por la que muchas mujeres no dan el paso de dejar su hogar y siguen aguantando malos tratos”; y las violencias que se ejercen a través de Internet y de las redes sociales, que “impactan de manera especial a los y las adolescentes”.
A ellas se suma el surgimiento de un pensamiento reaccionario que creíamos desaparecido”, lamentó, como “es la negación de la violencia de género como problema estructural”. “Nuevos partidos, que en el fondo son los de siempre, pretenden devolvernos al tiempo de las cavernas”, advirtió, y “hemos de reaccionar”.
En su opinión, “estamos en una encrucijada de caminos”, y de ahí la necesidad de “revisar la ley” integral y de “lograr un amplio consenso” en la renovación del Pacto de Estado que la impulse.
Redondo agregó que “tenemos que ser mucho más insistentes en la formación de todos los agentes implicados” en la atención a las víctimas; profundizar en “el desarrollo de los ‘centros de crisis” puestos en marcha este año, y promover “un cambio en la mirada social, que nos permita seguir avanzando hacia la igualdad plena”.
“Queda mucho camino por recorrer” y “no podemos conformarnos con resistir”. “Debemos dar grandes zancadas hacia adelante, porque no nos podemos parar, tenemos un nuevo contrincante que no esperábamos: la extrema derecha”, subrayó.
20 AÑOS SON MUCHOS
Con todo, alabó los “muy buenos resultados” que la ley de 2024 ha conseguido en sus 20 años de vigencia, con la creación de “una extensa red institucional” que abarca desde la creación de los juzgados y las secciones especializadas de la Fiscalía, a la puesta en marcha del sistema VioGen. Desde entonces, se han aprobado una decena de leyes que “amplían derechos y protección”, recalcó.
“Dicen que 20 años no es nada, pero en este caso, han sido muchísimo”, y resaltó que, aunque “2024 ha sido un año dramático, con 45 mujeres asesinadas, la serie histórica comenzó con una media de 70 o 72 víctimas mortales al año”.
Agradeció el trabajo del movimiento feminista que permitió la aprobación de la norma y anunció que, en febrero, se concederá la Medalla a la Promoción de la Igualdad –la máxima distinción de este Ministerio—a todas las personas que participaron en su elaboración.
Redondo, igual que el resto de participantes en el acto, tuvo un recuerdo especial para Ana Orantes, asesinada el 17 de diciembre de 1997 por su exmarido pocas semanas después de contar en Canal Sur el infierno de malos tratos que había sufrido durante 40 años y aún vivía.
“Su testimonio en ‘prime time’ y su asesinato arrojaron luz sobre lo que ocurría en muchas casas y despertaron conciencias. Fue un antes y un después, que contribuyó a que la sociedad española abriese los ojos”. “Esta ley le debe mucho”, concluyó.
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