MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
Amnistía Internacional (AI) insta a las autoridades griegas a que “condenen públicamente e investiguen cualquier acto de violencia o discurso racista o la incitación a este tipo de conductas, incluso cuando sean obra de figuras políticas”.
Según declaró en un comunicado de prensa la investigadora de Amnistía Internacional sobre migración, Adriana Tidona, las 19 personas fallecidas en los incendios forestales del norte de Grecia eran “aparentemente víctimas de dos grandes injusticias de nuestra época”.
Por una parte, el “catastrófico” cambio climático, que los gobiernos no están abordando y que está “agravando” la magnitud de los incendios forestales en todo el mundo, pues el aumento de las temperaturas da lugar a temporadas de incendios “más largas y más destructivas”.
Por otra, la falta de acceso a “vías seguras y legales” para “algunas personas en movimiento” y la persistencia de unas políticas de gestión de la migración “basadas en la exclusión racializada y la disuasión letal, incluida la violencia racista en las fronteras.”
La investigadora añadió que los incendios “han alimentado la retórica racista y los abusos contra personas migrantes y refugiadas”.
En su cuenta de Facebook, Paraschos Christou Papadakis, parlamentario griego ultranacionalista, afirmó “con expresiones racistas” que los incendios habían sido provocados por personas migrantes y refugiadas. Fue detenido un particular que había secuestrado a un grupo de personas migrantes y refugiadas en su vehículo e incitaba a otras personas a que hicieran lo mismo subiendo a Internet un vídeo de sus acciones.
La ONG Alarm Phone informó de que hay centenares de personas refugiadas y migrantes “atrapadas” en diferentes zonas de Evros mientras las llamas incendian la región.
En correlación con esto, Amnistía Internacional pidió a las autoridades griegas que “evacúen urgentemente” a todas las personas atrapadas en la región de Evros que “no pueden desplazarse con seguridad” debido a los incendios y que “garanticen” que las personas refugiadas y migrantes que entraron de forma “irregular” en Grecia puedan “pedir asilo” y no sean devueltas ilegalmente en la frontera.
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